Se les ve unidos. Bromean entre sí e incluso se meten carga con la estatura de uno y con la tendencia a engordar en verano del otro. Se reparten cariñosos empujones aunque, como es normal por el respeto que se le debe, el que más reparte sin necesidad de llevarse ninguno es el patrón de la familia. Puntuales a la cita con este medio, se prestan a la sesión fotográfica entre bromas y por defecto profesional conversan sobre los quehaceres que da el manejo de uno de los clubes con más solera de España.

Uno por uno, atienden a este periódico para hablar directamente del trato que mantienen entre ellos dentro del club. Ni que decir tiene que tanto Ángel como Antonio sólo tienen palabras de elogio hacia su padre. Aunque en este sentido, al mayor se le nota una mayor madurez a la hora de evaluar a su jefe. Muñoz Tapia sólo achaca una cosa a su padre y no es otra que no saber vender todo lo bien que merece la gestión que lleva haciendo desde su entrada en la nave cadista.

Modestia

Pero aunque se resista a decirlo por parecer pedante, a Antonio Muñoz se le nota aunque lo quiera esconder que cuando habla de ellos presume de hijos. Al hablar, por ejemplo, de Antonio se ve que se deja muchas cosas en el tintero para no parecer un padre vanidoso. No le gusta sacar pecho cuando se trata de hablar de los suyos y aunque parezca feo decirlo regatea como puede las preguntas para no citar las virtudes de su primogénito para no parecer presuntuoso. Es entonces cuando Miguel Cuesta, amigo personal y consejero del Cádiz, -que estuvo presente en la amena conversación con el máximo dirigente del Cádiz- interrumpe a Muñoz para elogiar la labor que está llevando a cabo su hijo mayor dentro del organigrama del club. «Aunque él (Antonio Muñoz) no quiera decirlo, el club ha dado un cambio abismal en la organización desde que ha entrado su hijo Antonio», atestiguaba Cuesta poniendo como ejemplo la campaña de abonados que se está llevando a cabo de una manera ejemplar.

Si ya los tres andan unidos por la vida, el Cádiz no ha hecho más que multiplicar dicha unidad.