Tropas israelíes detuvieron ayer en la ciudad cisjordana de Ramala a un destacado dirigente de las Brigadas Izz al-Din al-Qasam, las milicias de Hamas, a quien imputa la muerte de 78 civiles y militares en decenas de ataques y atentados cometidos antes de que el grupo radical comenzara a observar el alto el fuego en febrero de 2005.
Ibrahim Hamed, licenciado en Historia y Ciencias Políticas, se hallaba oculto en una casa cuando fue sorprendido por los soldados. Los militares rodearon la vivienda antes de que amaneciera y pidieron Hamed a través de megáfonos que se rindiera, al tiempo que una excavadora demolía la puerta del edificio. Las tropas le advirtieron de que si no se entregaba moriría enterrado entre los escombros.
Poco después las fuerzas hebreas abrieron fuego contra el inmueble y en ese momento el miliciano prófugo salió con las manos en alto. Los soldados le obligaron a desnudarse para comprobar que no iba armado antes de llevárselo detenido.