Colas ante las taquillas que doblan la esquina del Bernabéu y cartel de no hay billetes garantizado. Hacía tiempo que en el coliseo merengue no se generaba tanta expectación en la previa a un partido de Liga. La causa no hay que buscarla en el importante partido ante el Villarreal, donde el Real Madrid se juega la segunda plaza a partir de las siete de la tarde y los castellonenses la Intertoto, sino en la despedida del mago Zizou.