Lucas Alcaraz volvió ayer a hacer pruebas con el sistema que el Xerez Deportivo vino utilizando hasta que en el encuentro en Alicante frente al Hércules provocó una revolución en la alineación y en el esquema de juego. El cambio fue positivo y causó el efecto deseado, que no era otro que el retorno de las victorias. Y es que tras once jornadas sin ganar y habiendo sufrido una contundente derrota en el José Zorrilla ante el Valladolid, la variación en el sistema supuso el reencuentro con los triunfos.