«No vamos a recibir nuestros salarios hasta que cobren todos los funcionarios de la Autoridad Nacional Palestina», anunció ayer el nuevo primer ministro, Ismael Hanniya, tras la primera reunión del Gobierno de Hamas desde su victoria en las elecciones del pasado 25 de enero. Tras el consejo, realizado por videoconferencia, con sesiones simultáneas en Gaza y Cisjordania, aseguró que «el Ministerio de Hacienda ha heredado del anterior Ejecutivo de Al Fatah un tesoro público vacío, además de una gran deuda».
Debido a la grave crisis económica a la que se enfrenta, el primer ministro centrará todos sus esfuerzos en pagar los salarios a los 140.000 empleados de la ANP, entre ellos existen profesores, personal de sanidad y miembros de las fuerzas de seguridad. En este sentido, Hanniya acusó a Israel de ser uno de los principales responsables de la actual situación al «congelar los impuestos que recauda -principalmente en aduanas- en nombre de los palestinos.