Publicaba ayer mi compi Pepa Pacheco -seguro que todos los que fueron a nuestra fiesta de presentación la conocen a estas alturas-, que el servicio de autobuses de nuestra ciudad ha perdido en el último año 500.000 pasajeros, ¿eing? Pero no hace poco que nos dijeron que eramos doscientos mil, bueno, doscientosmiluno. Sí, ya sé que es la contabilización de todo el año, tranquis.
Yo prefiero el 'zapatobús'. Patearme cualquier trayecto, es decir ir de un punto a otro por el camino más corto sin pasar por Roma antes que subirme al autocarro, cuyo color siempre me ha echaó patrás.
Reconozco el mareo que tienen que tener los responsables de la circulación en nuestra ciudad con tanta obra y tanto cambio, y también quienes conducen estos mamotretos con ruedas, pero que quieren que les diga, a mi me molaría un güevo coger un plano de Jerez y decidir por qué lugares debe coger los rosaos, sería como jugar al estratego; hora por aquí, hora por allí.
Pero tanto cambio en horarios y trayectos han terminado por amargar la paciencia y existencia, no sólo de mí, sino de muchos jerezanos, creo que de unos 500.000 para ser más concretos según mi Pepa Pacheco Guerrero. Uuyyyyyy!!!
No llegan a su hora o pasan antes, muchas paradas han sido suprimidas por la cara, el mismo número de autobuses para una ampliación de recorridos..., no me extraña que el respetable tengan un mosqueo tan grande como el que me pille yo cuando vi al David Bustamante ese vestió con la camiseta del Atleti.
Vamos, que con mis pies planos y mis ganas de andar, me hago un circuito de senderismo por Jerez. No subo ni al autobús turístico.