Asus 74 años, Françoise de Staël, modelo y abuela, desfila para el estilista John Galliano y aparece en paneles publicitarios del metro parisino para destacar los méritos de una marca de agua mineral. Con su cabello blanco y todas sus arrugas , forma parte de un número creciente de modelos contratadas para hacer publicidad o reflejar la realidad de una población que envejece. «La sociedad ha cambiado, nos hemos hecho más viejos y las personas de la tercera edad también necesitan y desean verse representados en la publicidad», estima Sylvie Fabrégon, que el año pasado creó en París una agencia de maniquíes mayores de 60 años. Ahora dispone de más de 600 nombres en su fichero y las peticiones le llueven de todos los sectores.