De «sustillo grande» ha calificado la tonadillera Isabel Pantoja la subida de azúcar que hace una semana la obligó a ingresar en el hospital de la Cruz Roja de Sevilla.

Con una asfixiante agenda laboral, un novio que podría ir a la cárcel y un hermano herido por apuñalamiento, lo mínimo que podía darle a la Pantoja era una hiperglucemia. Ahora, tras pasar cuatro días en la clínica, la cantante se recupera en su casa.

La autora del famoso pollo a la Pantoja tiene una salud delicada debido al estrés y también a sus malos hábitos alimentarios, como confesó ella misma cuando sufrió una bajada de potasio. Esta vez, igual que aquella, promete que va a cuidarse.