Trump cita a Nixon en su defensa: «Todo lo que el presidente haga para ser reelegido es legal»
Los demócratas acusan al actual mandatario de querer blanquear un delito para mantenerse en el poder
Richard Nixon ha vuelto. Las palabras del único presidente que ha dimitido en la historia de Estados Unidos resuenan hoy en el Capitolio por los paralelismos entre su defensa y la de Donald Trump , que está siendo juzgado por el Senado y se enfrenta a su destitución.
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Uno de los abogados del presidente, el jurista Alan Dershowitz, (al que ABC entrevistó en marzo ) provocó el miércoles las comparaciones con la siguiente frase: «Si un presidente hace algo que cree que le va a ayudar a ser reelegido, por el interés general, ese tipo de quid pro quo no puede penarse con la destitución». Este jueves la acusación, que ejercen los demócratas, acusó a los abogados de Trump de querer «normalizar toda ilegalidad».
Presidents cannot do anything illegal in order to get re-elected. But nor can their lawful behavior be turned into a criminal or impeachable offense just because it was motivated in part by electoral considerations. Lincoln, Obama examples. Please answer THAT!
— Alan Dershowitz (@AlanDersh) January 30, 2020
En una de las entrevistas más sonadas de la historia, la que le concedió a David Frost en 1977, Nixon, ya dimitido, reveló su opinión sobre los delitos que cometió para ser reelegido: «Si lo hace el presidente, entonces no es ilegal».
Según dijo este jueves el fiscal y diputado demócrata Adam Schiff en el Senado: «Ese argumento de que lo que el presidente hace no puede ser ilegal por definición es un razonamiento fallido. Nixon dimitió porque hizo algo ilegal. Lo dramático es que corremos el riesgo de que ese razonamiento se considere válido ahora».
Acabó la fase de preguntas de este tercer impeachment de la historia. Los senadores, que juzgan a Trump, pidieron abundantes clarificaciones a la acusación y a la defensa: detalles, opiniones y jurisprudencia.
Unos pocos incluso tendieron trampas en un intento de agradar a Trump. Es el caso del republicano Rand Paul , quien dos veces, miércoles y jueves, presentó dos preguntas por escrito en las que incluía el supuesto nombre del informante anónimo que denunció secretamente las presiones de Trump a Ucrania, que según los demócratas son un delito de abuso de poder.
El magistrado del Tribunal Supremo John Roberts , que preside el juicio, se negó a leer las dos preguntas. Airado, Paul, un político dado a los exabruptos, abandonó la sala. «Esto quiere decir que lo que diga un chivato nunca se podrá debatir en un proceso legal como este», denunció luego el senador en los pasillos. Después publicó íntegra su pregunta en Twitter.
and are you aware and how do you respond to reports that Ciaramella and Misko may have worked together to plot impeaching the President before there were formal house impeachment proceedings. 2/2
— Senator Rand Paul (@RandPaul) January 30, 2020
Para que los senadores destituyan a Trump se necesita una mayoría de dos tercios, 67 votos de 100. Los republicanos, que son mayoría, ocupan 53 escaños. El objetivo de la defensa del presidente, convencida como está de la absolución, es que al menos algún demócrata vote junto con los republicanos.
Uno de los argumentos esgrimidos este jueves es que deberían ser las urnas las que decidan si Trump debe quedarse o irse. Al fin y al cabo, quedan menos de 10 meses para las elecciones presidenciales. «Este es un año electoral. Muchos de ustedes se van a enfrentar a las primarias en cuestión de días. Dejen que decidan los votantes. Este juicio es una afrenta al pueblo americano», dijo el abogado Jack Sekulow .
La primera cita de primarias, los caucus de Iowa, se celebra el lunes. Trump visita el estado este jueves para dar uno de sus multitudinarios mítines.
La gran duda que queda pendiente en este juicio se despeja este viernes: Los senadores deben votar por mayoría simple (51 votos) si necesitan oír a testigos, lo que demoraría el veredicto hasta la próxima semana.
Los demócratas quieren que testifique el despedido consejero de Seguridad Nacional John Bolton , un halcón neoconservador que se ha convertido en el problema más inesperado para la defensa del presidente. En un libro que quiere publicar en marzo, Bolton culpabiliza a Trump del delito de retener ayudas millonarias para presionar a Ucrania y que investigara al político demócrata Joe Biden.
La Casa Blanca le ha prohibido a Bolton que publique el libro, porque revela información clasificada. Los abogados de Bolton han respondido por escrito que todo lo que su cliente revela es de dominio público o no afecta a los secretos de estado.