Trump intenta impedir que un asesor al que despidió publique un libro incendiario

El presidente acusa a John Bolton de querer alargar el impeachment y de ser un radical: «Por él habríamos comenzado ya la Tercera Guerra Mundial»

Donald Trump y John Bolton en Bélgica en 2018 ep
David Alandete

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Cuatro meses pasó Donald Trump intentando ahorrarse un conflicto con John Bolton , su anterior consejero de Seguridad Nacional, despedido en septiembre. Pero el libro de memorias que este ha preparado, debidamente filtrado a la prensa, le ha impedido al presidente acabar de forma rápida e indolora con su juicio político. Finalmente, hay guerra.

Tan graves son las revelaciones de ese libro de Bolton que varios republicanos se decantan ahora por alargar el juicio del impeachment y llamar a testificar a varios testigos, incluido el propio Bolton.

En consecuencia, Trump cargó ayer duramente contra Bolton, acusándole en Twitter de ser un radical, un fracasado, alguien que le mendigó un puesto de trabajo, y peor, un traidor. «Si por él fuera, ya habríamos comenzado la Tercera Guerra Mundial», se lamentó el presidente, que calificó las revelaciones del libro de «insultantes y falsas».

Momentos después, la Casa Blanca envió una carta a los abogados de Bolton instándoles a no publicar el libro porque revela información clasificada y vital para la seguridad nacional. El ex consejero de Seguridad Nacional había enviado unas pruebas a la presidencia el 31 de diciembre. Varios medios estadounidenses publicaron adelantos el fin de semana.

Portada del libro de Bolton

El libro, según esas filtraciones, denuncia que Trump sí cometió el delito por el que los demócratas quieren destituir a Trump: presionó a Ucrania para que investigara al demócrata Joe Biden , llegando a retener ayudas militares millonarias.

La Casa Blanca acusa a Bolton de ser el autor de las filtraciones. Bolton lo niega. Cuando abandonó su puesto de trabajo en septiembre (él dice que dimitió), ambas partes admitieron desavenencias en política exterior, en especial con respecto a Afganistán, Corea del Norte y Venezuela.

Aunque no lo admitió, la defensa de Trump cambió su estrategia tras esas filtraciones. El abogado del presidente Alan Dershowitz alegó el lunes que aunque los hechos fueran ciertos, no serían un delito que merezca la destitución. Trump ha negado que presionara a Ucrania por motivos electoralistas. Biden es el líder en las encuestas de las primarias demócratas, que comienzan en lunes. Las elecciones presidenciales son en noviembre.

Nueva fase del juicio

El impeachment de Trump entró este miércoles en su fase de preguntas, que los senadores enviaron por escrito. Durante 16 horas divididas entre miércoles y jueves, la fiscalía y la defensa responderán a preguntas. Después los senadores, que ejercen de tribunal, deben votar si aceptan más testigos y pruebas o no.

El martes por la noche, el líder republicano en el Senado, Mitch McConnell , le notificó a la Casa Blanca que no tiene votos suficientes para impedir que los demócratas llamen a esos testigos. Un grupo de republicanos moderados, entre los que se halla el senador por Utah y ex candidato a la presidencia Mitt Romney , se decantan por escuchar a más testigos.

Bolton, por su parte, ha dicho a la fiscalía que está de acuerdo con testificar si le citan. Su libro, en el que acusa a Trump de abuso de poder, sale a la venta en marzo y se titula «La sala en la que ocurrió ».

De todos modos, aunque los senadores llamen a testigos, para destituir a Trump los demócratas necesitan dos tercios de los votos, algo muy poco probable. El impeachment se alargará, pero el resultado de momento no se prevé distinto para el presidente.

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