Una nueva filtración le complica a la defensa de Trump su estrategia en el impeachment
El ex consejero de Seguridad Nacional, John Bolton, despedido en septiembre, publicará un libro con unas revelaciones explosivas sobre su paso por la Casa Blanca
John Bolton , considerado uno de los halcones más radicales del ala derecha del Partido Republicano, se ha convertido de forma completamente inesperada en un aliado de los demócratas en la fase final del juicio político contra el presidente de Estados Unidos. En unos fragmentos de un libro de memorias que publicará en septiembre, que han sido filtrados a la prensa norteamericana, Bolton revela que Donald Trump le admitió que había ordenado congelar unas ayudas millonarias a Ucrania a cambio de que el gobierno de ese país investigara al demócrata Joe Biden .
Si fuera así, Trump habría cometido un delito de abuso de poder y los senadores, que le juzgan, tendrían pruebas suficientes para destituirlo. La fiscalía, que ejerce un grupo de diputados demócratas, ha pedido a Bolton que testifique en el juicio del impeachment que se celebra en el Senado.
Las revelaciones del libro de Bolton estropearon este lunes la estrategia de los abogados de Trump de centrar sus alegatos en Biden, que fue vicepresidente entre 2009 y 2017, y los negocios supuestamente corruptos de un hijo suyo en Ucrania.
Bolton fue consejero de Seguridad Nacional de Trump entre abril de 2017 y septiembre de 2018, cuando fue despedido tras una serie de agrias polémicas internas sobre política exterior hacia Ucrania, Venezuela, Afganistán y Corea del Norte, entre otros países. Desde su salida, Bolton ha rehusado hacer declaraciones sobre su despido y se ha centrado en escribir sus memorias, un borrador de las cuales envió a la Casa Blanca el 30 de diciembre para que esta autorizara su publicación.
The Democrat controlled House never even asked John Bolton to testify. It is up to them, not up to the Senate!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) January 27, 2020
Varios fragmentos de esas memorias fueron publicados por medios estadounidenses en la noche del domingo, horas antes de que la defensa de Trump retomara sus alegatos tras un día de descanso en el Capitolio.
En cuanto supieron que Bolton admite el delito del que acusan al presidente, los fiscales pidieron a los senadores que llamen al consejero despedido a testificar en el juicio político, que en principio puede acabar esta semana.
«Es necesario que se sepa la verdad en el juicio que se celebra en el Senado, y el señor Bolton puede ofrecer información vital», dijeron los demócratas, «no podemos esperar hasta que el libro sea publicado».
Dos senadores republicanos, los centristas Mitt Romney y Susan Collins , dijeron este lunes que ahora se decantan por llamar a más testigos y pedir más pruebas en la siguiente fase del impeachment , lo que podría demorar el veredicto.
Preguntado por la prensa en la Casa Blanca sobre si ha leído el libro de Bolton, el presidente dijo este lunes que no. En la red social Twitter, Trump sí ha dicho abiertamente que se opone a que Bolton testifique. «Los demócratas no le llamaron a testificar en la Cámara de Representantes, pero ahora quieren que testifique en el Senado. Las cosas no funcionan así», escribió este lunes el presidente.
La Cámara llamó a una decena de testigos entre los que no estaba Bolton en su investigación de Trump, al que reprobó en diciembre. Tras reprobarlo, los demócratas abrieron juicio político en el Senado.
Abogado estrella
El de este lunes debía haber sido un día para que Trump se reivindicara, con los primeros alegatos de su abogado estrella: Kenneth Starr , el fiscal que investigó a Bill Clinton en los años 90 y cuyos hallazgos abrieron el impeachment contra aquel presidente, que finalmente fue exonerado por el Senado. «Que un presidente sea polémico no justifica su destitución», dijo este lunes durante su intervención Starr, quien advirtió en contra de abusar del impeachment para corregir los resultados de las elecciones.
De todos los compañeros de viaje que podían hallar los demócratas en su intento de destituir a Trump, Bolton es uno de los más antinaturales. Fue embajador de George Bush hijo ante la ONU cuando la Casa Blanca defendió la existencia de armas de destrucción masiva en Irak, motivo para invadir aquel país. Sus posiciones políticas están en la derecha del Partido Republicano, y son una fiel representación del ideario neoconservador. En una ocasión dijo que a la ONU no le pasaría nada si su sede en Nueva York perdiera 10 de las 38 plantas que tiene.
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