Los demócratas piden a los republicanos que se les sumen para destituir a Trump en el impeachment
En su segundo día de alegaciones en el Senado, la fiscalía denuncia: «La conducta del presidente es equívoca, es ilegal, y es peligrosa»
Los demócratas han empleado el segundo de los tres días de los que disponen en detallar los cargos contra Donald Trump e intentar convencer a al menos una parte de los senadores republicanos de que, primero, permitan llamar a testigos y solicitar pruebas en este juicio político, y segundo y más importante, que finalmente destituyan al presidente en el proceso de impeachment.
Este jueves, la fiscalía, que ejerce en parte un grupo de diputados demócratas, detalló las razones por las que acusa a Trump de abuso de poder en sus presiones a Ucrania para que investigara al demócrata Joe Biden. «La conducta del presidente es equívoca, es ilegal, y es peligrosa» , declaró este jueves ante el Senado en pleno el diputado demócrata y abogado de la acusación Jerrold Nadler.
No es tarea fácil, y los demócratas saben que destituir a Trump no va a ser una tarea ni mucho menos fácil. A pesar de los alegatos de la fiscalía, que comenzaron el miércoles, ni un solo senador republicano ha roto filas con el presidente. Los republicanos ni siquiera se han comprometido a permitir que haya testigos o pruebas en este juicio, algo que se decidirá en una votación la semana que viene para la que se requiere mayoría simple.
Los demócratas disponen de 47 votos de 100, y necesitan que al menos cuatro republicanos les permitan prolongar el juicio político con esos interrogatorios. Condenar y destituir a Trump será todavía una labor más ardua: el veredicto de culpabilidad sólo se puede aprobar por mayoría de dos tercio s impensable para los demócratas.
Testigos y pruebas
Según dijo este jueves el diputado demócrata Nadler, en su turno como fiscal, «si el presidente tuviera un testigo que le exonerara, uno solo, estaría insistiendo en que debería testificar cuanto antes. Pero en lugar de eso, el presidente lo que les exige es que no escuchen a más testigos».
Lo cierto es que Trump ha cambiado frecuentemente de parecer sobre la necesidad de llamar a testigos en este juicio político, a tenor de sus comentarios en la red social Twitter. En unas ocasiones ha pedido una absolución rápida y en otras ha instado a los republicanos a llamar a Joe Biden y hasta a su hijo Hunter.
La investigación del impeachment la abrió una llamada de Trump a su homólogo ucraniano en julio durante la que le pidió que indagara en un supuesto caso de corrupción de una empresa energética, Burisma, en la que trabajaba Biden hijo . La Casa Blanca no niega que existieran esas presiones, pero defiende que son legítimas, porque el presidente tiene la obligación de combatir la corrupción.
The Democrats don’t want a Witness Trade because Shifty Schiff, the Biden’s, the fake Whistleblower(& his lawyer), the second Whistleblower (who vanished after I released the Transcripts), the so-called “informer”, & many other Democrat disasters, would be a BIG problem for them!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) January 23, 2020
Este jueves, de nuevo en Twitter, Trump dijo que son los demócratas los que no quieren llamar a testigos que dejarían en evidencia la corrupción de Biden cuando era vicepresidente. El presidente circuló de hecho la idea de que testifiquen Biden y su hijo a cambio de autorizar otros interrogatorios, como el del ex consejero de Seguridad Nacional John Bolton, que fue despedido de la Casa Blanca en septiembre.
«Un acuerdo sobre testigos sería un grave problema para ellos», dijo Trump. Biden, que es candidato en las primarias demócratas y lidera una buena parte de las encuestas, ha dicho que no quiere testificar en este juicio político.
De momento, ni uno solo de los senadores republicanos ha indicado que las alegaciones de la fiscalía les haya cambiado de parecer. «No es que estén cambiando nuestra opinión. Creo que estamos todos esperando que se nos enseñen las pruebas que demuestren sus argumentos de forma irrefutable, y entonces puede ser que decidamos que necesitamos más información. Pero de momento, esas pruebas no se nos han enseñado», dijo este jueves en los pasillos del Capitolio la senadora republicana Joni Ernst.
Duras reglas
Las reglas del juicio político son muy estrictas. Mientras dure el juicio los senadores no pueden hablar, ni siquiera para hacer preguntas. Dentro de la sala no puede haber teléfonos móviles, tabletas u ordenadores. Ni siquiera se pueden introducir alimentos y a los senadores sólo se les permite beber agua o leche.
Los tres senadores demócratas que se presentan a las primarias de su partido de cara a las elecciones de noviembre no pueden hacer campaña porque han jurado estar presentes para dictar un veredicto honesto, algo que les perjudica a menos de dos semanas de la primera votación en los llamados caucus de Iowa. Una de ellas, Elizabeth Warren, dijo este jueves que este es un momento que justifica suspender la campaña: «Está en juego nuestra Constitución, creo que todo lo demás puede esperar».
Sea destituido o no, Trump se presenta a la reelección y podría ganarla. Si es destituido, nada le impediría presentarse de nuevo, algo que sólo tendría prohibido si el Senado vuelve a votar, por mayoría simple, para inhabilitarlo de forma permanente impidiéndole ejercer de nuevo en el futuro cualquier cargo público.
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