elecciones británicas
Cameron baraja los primeros nombres de los nuevos ministros del Reino Unido
La derrota de los liberaldemócratas en los comicios del jueves causará cambios en la composición del gabinete
Los conservadores se alzaron con la mayoría absoluta y gobernarán en solitario. Después de la sorpresa en los resultados de las elecciones de este jueves, similar al vivido en 1992 , Cameron comienza a barajar los primeros nombres para su nuevo consejo de ministros. Esta vez, los puestos ocupados por los liberaldemócratas desaparecerán. El partido sufrió una derrota estrepitosa en los comicios y perdió a 49 de sus 57 diputados en la Cámara de los Comunes.
Si la primera consecuencia de esta debacle fue la renuncia del líder liberaldemócrata Nick Clegg, la segunda será su sustitución como secretario de Estado. Este cargo, equivalente al de viceprimer ministro, será ocupado por George Osborne, el hasta ahora ministro de Economía y uno de los hombres de confianza de Cameron. Osborne encabezó la pasada legislatura el plan para reducir el déficit económico de Reino Unido.
Similar suerte correrán otros miembros liberaldemócratas del anterior gabinete. Danny Alexander, jefe del Tesoro, abandonará el Gobierno y también el Parlamento británico. Vincent Cable, ministro de Energía y Cambio Climático, y Alistair Carmichael, ministro para Escocia, también serán sustituidos. Este último relevo resultará clave, debido a la victoria cosechada por el Partido Nacionalista Escocés (SNP, por sus siglas en inglés). Con 56 escaños, esta agrupación se situó como tercera fuerza política de Reino Unido. Previsiblemente, la cuestión de la independencia de Escocia volverá al primer plano de la vida británica. Así lo expresó Cameron ayer durante su discurso frente al número 10 de Downing Street.
Durante esta intervención, el primer ministro también se refirió al referéndum sobre la permanencia de Reino Unido en Europa. Para esta cuestión, el papel del ministro de Asuntos Exteriores resultará clave. Philip Hammond, el hasta ahora titular, se mantendrá en su cargo. Al político le tocará dirigir las negociaciones entre Londres y Bruselas que tendrán lugar durante los próximos meses. No puede ser de otra manera. Según prometió Cameron, la consulta debe realizarse antes de 2017.
En materia de seguridad nacional, el nuevo gabinete también jugará un papel esencial. Previsiblemente Theresa May, ministra de Interior, seguirá al frente de su cartera. La política conservadora adoptó durante la pasada legislatura una serie de leyes con el objetivo de evitar el regreso a Reino Unido de jóvenes británicos radicalizados tras una estancia en las filas del Estado Islámico. Michal Fallon, ministro de Defensa, también mantendrá su cargo. Fallon fue responsable de la participación inglesa en las operaciones militares de este verano en Siria.
A espera de que se conozca la composición definitiva del gabinete de ministros, muchos ya apuntan a las primeras medidas que Cameron tomará. Algunas de ellas polémicas, como el recorte de 12.000 millones de libras adicionales de los servicios de prestaciones sociales, o la reducción de las circunscripciones británicas de 650 a 600. En este último caso, sus detractores le reprochan que la reforma beneficiará electoralmente a los conservadores.
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