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PELÍCULA
Los bostezos vuelven a la Fórmula 1 de la mano de Mercedes. El aplastante dominio de Lewis Hamilton en el circuito de Sepang, donde ha ganado por primera vez, ha dejado claro que esta temporada son las flechas plateadas las que están en otro mundo. Nico Rosberg sale más líder del Mundial con un segundo puesto muy seguro, mientras que Sebastian Vettel ha vuelto al podio después del cero de Australia. El de Red Bull ha vuelto a su lugar natural, pero en una posición muy lejana a la de la victoria. El tetracampeón se ha desquitado tras la decepción de hace quince días, mientras que su compañero ha vuelto a quedarse en blanco por un cúmulo de mala suerte.
Fernando Alonso sigue remando contracorriente. El piloto español finalizó este domingo con un cuarto puesto que sigue siendo más de lo que su coche da. En la salida perdió tracción, no pudo pelear por subir puestos y al final sólo pudo pasar a Nico Hülkenberg después de muchas vueltas de persecución, pese a que tenía los neumáticos en mejores condiciones. El problema está claro: el motor del F14-T no está a la altura del propulsor de Mercedes. Alonso y Räikkönen sufren demasiado para pelear con el resto de pilotos, sobre todo en las salidas de las curvas -falta de tracción- y en las rectas -falta de velocidad punta-. La carrera del finlandés, además, se ha visto arruinada demasiado pronto por culpa de Kevin Magnussen, que tocó ligeramente con su alerón delantero el monoplaza de Räikkönen y le provocó un pinchazo. Desde atrás, Räikkönen se vio obligado a remontar con un coche que sufría incluso para pasar a los Caterham.
A Ricciardo le crecen los enanos
Mientras la carrera languicedía por el aburrido dominio de Mercedes, dos momentos de máxima tensión por detrás despertaron al público. Primero fue el protagonizado por el equipo Williams. Valtteri Bottas estaba por detrás de Felipe Massa cuando por radio pidió que el brasileño le dejara paso. En el equipo consideraban que Bottas era capaz de pasar a Jenson Button, el piloto que estaba inmediatamente delante de los Williams, ya que el ritmo del finlandés y las condiciones de sus neumáticos así lo hacían pensar. El ex corredor de Ferrari obvió las instrucciones desde boxes, y entonces llegó uno de los grandes momentos de la temporada, en cuanto a sonidos se refiere: el ingeniero de Massa le repitió la vieja tonadilla de “is faster than you” (“es más rápido que tú”). Esta famosa frase que le lleva persiguiendo desde Alemania 2012 cambió el sujeto de Fernando por Valtteri. A diferencia de entonces, este domingo Felipe no hizo caso de la disciplina del equipo y no permitió que Bottas le adelantara.
La otra gran polémica tuvo de protagonista a Daniel Ricciardo. El hombre de la sonrisa más amplia del paddock vuelve a irse de un GP con un cero por un cúmulo de mala suerte digno de estudio. Primero, en su segunda parada en boxes, uno de los mecánicos no le colocó correctamente el neumático delantero izquierdo y este se quedó suelto. Cuando arrancó desde su box, inmediatamente se dio cuenta de que la rueda se iba a salir y detuvo el coche en medio del pit lane para que sus mecánicos le remolcaran hacia atrás y le pusieran bien el neumático afectado. Si ya por esto su carrera se había visto arruinada, la FIA decidió castigarle por este 'unsafe release' ('salida insegura') de boxes con una penalización de Stop&Go de diez segundos. Los cumplió, volvió a pista... y el alerón delantero se le descolgó. El RB10 de Ricciardo se vio obligado a volver a boxes, esta vez para abandonar definitivamente. Los comisarios le dieron la puntilla al añadirle a estos problemas una sanción de diez posiciones en la parrilla del próximo GP de Bahrein por el incidente de boxes. La mala suerte se ceba con el australiano, que sigue sin sumar puntos para Red Bull.
El final de la carrera tuvo emoción gracias a Fernando Alonso. El piloto español llegó a final de carrera en muy buenas condiciones, y comenzó una incesante lucha en pos de Nico Hülkenberg. El alemán, mostrando nuevamente sus destellos de piloto de clase mundial, resistió los ataques del español con unos neumáticos que llevaban diez vueltas más que los del Ferrari, hasta que finalmente no pudo hacer más que ver cómo Alonso le arrebataba el cuarto puesto. Un buen premio que permite al asturiano colocarse tercero en el Mundial, a sólo un punto de Hamilton en el campeonato. Nuevamente, petróleo en un terreno árida.
Al final, victoria de Hamilton (la número 23 de su carrera, iguala las conseguidas por Nelson Piquet) y primer doblete de Mercedes desde 1955. El control absoluto que tienen los hombres de las flechas plateadas augura una temporada aburrida, sin emoción. Para el resto, resignación y trabajo.
