Primeros días en las escuelas infantiles: «La distancia entre educador y niño es una línea roja en esta etapa»

El programa Tiempo de Acogida del Ayuntamiento adapta sus normas al Covid

Tres pequeños se divierten en el patio de Las Nubes bajo la atenta mirada de un educador FOTOS: ISABEL PERMUY

Carlota Barcala

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La escuela infantil Las Nubes, en el distrito de Retiro, ha dividido su jardín en parcelas diferentes para cada clase, colocado estanterías para guardar los zapatos de calle de los pequeños, alfombrillas desinfectantes en el suelo y cajas de calzas para los zapatos de los padres. Todo para extremar las precauciones de seguridad y con el objetivo de que el coronavirus no entre en el centro, que reabrió sus puertas el 7 de septiembre . «La distancia entre educador y niño es una línea roja que en esta etapa no se puede asumir», resume en los primeros días de curso Edu, profesor, algo que agradece Sol, una de las madres que lleva a su hija, de dos años, a esta escuela municipal. «Si mi hija llora y nadie la coge en brazos no querría traerla. Se ha logrado un equilibrio entre las medidas de seguridad y la salud emocional de los niños», opina ella.

Esta escuela infantil sigue el programa Tiempo de Acogida del Ayuntamiento, que se ha tenido que adaptar al nuevo escenario planteado por la pandemia. Se trata del periodo en el que los padres pueden estar acompañando a sus hijos dentro del centro, con el objetivo de que consigan la confianza y el bienestar para quedarse solos. Ahora, solo podrá haber un acompañante por cada pequeño, organizando turnos para que coincidan las menos familias posibles que, además, no podrán tener contacto con los otros niños. Mamen es una de las madres que está en este periodo. «Estoy preocupada, pero creo que va a ser bueno para él», dice mientras Alejandro, su hijo, que aún no ha cumplido los dos años, intenta subirse a un pequeño tobogán. «En julio vino y lo pasó mal, pero ahora se tiene que acostumbrar. Yo solo vengo con él dos horas para que se adapte, pero la próxima semana ya se quedará solo», cuenta la progenitora.

Mamen juega con su hijo Alejandro en un pequeño columpio de la escuela

En Las Nubes hay inscritos más de cien alumnos y trabajan 23 profesionales, entre educadores, personal de administración, cocina y limpieza. «La incorporación se ha hecho paulatina y hemos acordado que solo puede haber dos familiares en el aula», expone Mónica, la directora. En julio, tras el estado de alarma y el retorno de los niños, esta escuela ya aplicó los protocolos para ir evaluando cómo funcionaban. Aquí, los grupos son burbuja para poder controlar los contactos en caso de que haya un positivo, y las entradas y salidas, además de ser escalonadas, se hacen por diferentes espacios: o el hall o el jardín. También se ha dado la opción a los padres de que sus hijos vuelvan en octubre y no obligatoriamente en septiembre. «Volver a encontrarse y tener vida social con los niños creo que es una necesidad para ella», dice Sol, la madre.

«Tenemos que saber qué necesitan los niños y las familias. Y eso lo tienes que tener claro con Covid o sin él. Debemos ofrecer un espacio de calidez y calidad a los niños de estas edades, porque el coronavirus no puede hacer que perdamos los principios que fundamentan los cuidados de los más pequeños», opina Pilar, la coordinadora de esta escuela.

El Ayuntamiento, además de adaptar este programa, ha puesto en marcha el «Plan B: Concilia» mediante el que pone a disposición de las familias un trabajador que pueda acudir al domicilio si en el aula de su hijo se ha decretado la cuarentena, anunció la semana pasada la vicealcaldesa, Begoña Villacís. «Este curso, el periodo de adaptación de los niños más pequeños tiene una especial importancia, ya que el confinamiento ha hecho que los que en marzo asistían a las escuelas vuelvan ahora tras seis meses de vida en familia, alejados de la experiencia social que supone la escuela», explica Pepe Aniorte, delegado de Familias, Igualdad y Bienestar Social, que remarca la vuelta al cole segura como una necesidad para la conciliación familiar y la igualdad de oportunidades.

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