CULTURA
La juez da veinte días para que se realice el inventario completo de Meirás
No se descarta exceder el plazo del 10 de diciembre como fecha de entrega del Pazo, en ejecución provisional de la sentencia que otorga su propiedad al Estado
El Pazo de Meirás estaba previsto que pasara a manos públicas, provisionalmente, el próximo 10 de diciembre . Pero a la vista de la ingente tarea de inventariado que debe realizarse por mandato judicial antes de que los Franco entreguen las llaves de la propiedad al Estado, la juez del caso no descarta incluso exceder estos plazos. Este miércoles, primer día de inventario, la magistrada Marta Canales avanzó que en una inminente resolución dará veinte días naturales —prorrogables— a los técnicos de la Consellería de Cultura para que consignen los bienes muebles que alberga la antigua residencia de verano del dictador.
Estos plazos plantean un escenario comprometido para la familia. Dado que la juez no va a autorizar la mudanza hasta que remate el inventario , los Franco pueden verse en la tesitura de que este concluya y tengan que entregar la propiedad de Meirás al día siguiente, sin margen para sacar sus pertenencias del interior. Se espera que la resolución de la magistrada aclare este y otros aspectos, como por ejemplo, qué criterio va a seguir para determinar si un bien debe permanecer en el Pazo o no.
Las distintas alegaciones que han realizado Abogacía del Estado y Xunta a que la protección BIC de Meirás debe extenderse a su contenido se basan en la declaración del Pazo como sitio histórico, vinculado a la memoria de Pardo Bazán. Sin embargo, en el grupo de técnicos de Cultura desplazados a la finca no figuraba ningún especialista en la figura de la literata. Se desconoce hasta el momento cómo van a diferenciarse los muebles que la familia alega que fueron comprados por Carmen Franco —principalmente tras la restauración integral de Meirás a finales de los noventa— con aquellos que puedan efectivamente remontarse al legado original de Pardo Bazán, es decir, que ya estuvieran en el Pazo antes de 1938.
Visita guiada
En esta primera visita al Pazo, en medio de una enorme expectación mediática —aunque la veintena de periodistas no traspasó los muros de la propiedad—, la comitiva judicial fue guiada por el guardés por las distintas estancias interiores y exteriores de Meirás. Entre ellas, la capilla, donde se han identificado las estatuas pétreas de Isaac y Abraham, atribuidas al maestro Mateo y cuya propiedad reclama el Concello de Santiago, que ayer mismo constituyó una nueva comisión de expertos para retomar la vía judicial — infructuosa hasta la fecha — en base a nueva documentación histórica localizada.
Los técnicos de Cultura grabaron en vídeo y tomaron fotografías de este primer tour guiado, y a partir de él comenzarán la identificación de enseres. La tarea es ingente, dado que la declaración BIC del Pazo de 2008 solo recoge de manera individualizada el retablo de la capilla, pero no así ningún otro bien mueble como alfombras, tapices, cuadros o elementos decorativos. Nada.
El fondo bibliográfico de Emilia Pardo Bazán que todavía resta en Meirás sí está catalogado —de hecho la Xunta icoará en los próximos días el expediente de declaración BIC para su protección integral—, pero los 3.200 volúmenes deberán ser examinados de manera individual para su correcta identificación. «Es un proceso que llevará un tiempo, hay que ver lo que hay», resumió Javier Suárez, el abogado jefe del Estado en Galicia, que destacó la «normalidad» de todo el proceso y la «colaboración» mostrada por la familia Franco, que estuvo representada en el Pazo por uno de sus abogados.
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