Juicio de Muimenta

Crimen de Desirée: Tres peritos asumen que la madre «distinguía entre el bien y el mal»

Una cuarta psiquiatra discrepa y defiende que se encontraba «en una realidad paralela»

La acusada, junto a su abogado, en la Audiencia provincial de Lugo EFE

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El quid del juicio por la muerte de Desirée Leal no depende tanto de si su madre la mató o no -todas las pruebas la incriminan de forma directa- sino de si lo hizo de manera consciente. Y ese debate ocupó ayer una de las periciales más tensas de las vividas en los cinco días de plenario. Ante el tribunal, cuatro psiquiatras que habían tratado a Ana Sandamil en momentos distintos después de la muerte de la pequeña. Tres de ellos elaboraron un contundente informe que señala casi sin género de dudas que la acusada de asfixiar a su hija en mayo de 2019 lo hizo de manera consciente. Así lo describieron ante el jurado popular sobre el que recaerá la responsabilidad de decidir el futuro de la procesada: « En el momento de los hechos distinguía entre el bien y el mal y tenía conocimiento de lo que estaba haciendo. Sin negar la personalidad psicótica, lo podía haber evitado, pero no reflexionó, fue impulsiva, sabía que estaba mal. No consideramos que haya una eximente ».

Sus palabras perfilan a una mujer con problemas de base, pero dueña de sus actos. Para llegar a esta conclusión, los tres expertos indicaron que «no hay conexión» entre el cuadro psicótico previo que podía presentar y la muerte de la niña . Se basan en sus entrevistas con la madre y en que ella siempre evitó hablar de la noche de la muerte, lo que los psiquiatras anotan como un signo de que miente. «Una persona que está en un brote psicótico no olvida los hechos, es más, los cuenta. Nos parece una puesta en escena burda» indicaron para anotar que «sí que estaba dando muerte a la niña, sí que era consciente de esa situación. En un momento de desesperación no veía muchas salidas y escogió la monstruosa ».

La firmeza de su testimonio contrastó, sin embargo, con las conclusiones de la cuarta psiquiatra sentada junto a ellos, que atiende a Sandamil en la prisión de Teixeiro. En opinión de esta especialista, las capacidades de la madre estaban muy mermadas en el momento de los hechos , una valoración que empata con la defendida un día antes por otra de sus colegas de profesión, que indicó que la noche del crimen estaba «psicótica». El diagnostico de la perito de ayer es el de un «trastorno mental severo» que situó a la acusada en una «realidad paralela». «Pedirle dos veces la identificación a los agentes podría ser congruente con esto que digo» , aseguró ante la incompatibilidad de las declaraciones.

De estas opiniones contrarias se derivaron algunos momentos de incredulidad e incomodidad en sala que la presidenta del tribunal trató de mitigar aludiendo al caso que los ocupaba, que es esclarecer el nivel de consciencia de la acusada esa noche. Las conclusiones a las que se llegó permitieron a unos expertos afirmar que la acusada «tiene más recuerdos de los que verbaliza» , mientras que otra parte justificó que «la amnesia podría corresponderse con un trauma, porque si se le dan pistas ella recuerda, lo que desde mi punto de vista no es una falta de colaboración».

Murió entre las 4.40 y las 8 horas

A lo largo de cerca de siete horas , el tribunal popular presenció hasta una docena de testimonios de expertos que arrojaron luz sobre cuestiones vitales a la hora de decidir si Sandamil debe ser condenada a prisión permanente revisable, o si cabe otra opción menos radical como reproche penal a sus acciones. En este sentido, el forense que estudió el cuerpo de la pequeña Desirée apuntó, sin género de dudas, que la niña falleció a causa de una oclusión de las vías respiratorias y de un estrangulamiento , que pudieron cometerse a la vez, y que, atendiendo a su experiencia, no se cometieron con una almohada sino con las manos o el antebrazo. Este experto también relató que la violencia de la agresión obligó a la menor a defenderse, de ahí la sangre localizada bajo sus uñas.

« La propia sangre se considera un signo de lucha porque cuando a una persona le impiden la respiración se defiende , supuestamente dio manotazos para separarse. Es el instinto de supervivencia» afirmó. La autopsia también determinó que Desirée murió en algún momento entre las 4.40 y las 8 de la mañana y que en su cuerpo había restos de trazodona que no habían llegado a la orina pero sí al estómago, por lo que no fue asfixiada justo después de ingerirlos. Tras una intensa semana, las partes deberán exponer sus informes el lunes para que el jurado popular inicie su valoración.

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