Juicio en Muimenta
La acusada de matar a su hija no se inmutó cuando le comunicaron su detención
La médico que estaba presente califica el momento de «sorprendente» por la falta de respuesta de la madre. También detectaron en ella «sonrisas inadecuadas», síntomas que los expertos describieron como psicóticos.
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La cuarta sesión del juicio por la muerte de la niña Desirée Leal , en mayo de 2019, se centró en el estado psíquico de la madre tras el crimen. Para aclarar si Ana Sandamil era consciente de los sucedido , las partes interrogaron a los facultativos que le prestaron asistencia en las horas y días posteriores al fallecimiento de la pequeña y a su intento de suicidio. Según el testimonio de una de las psiquiatras que valoró a la acusada, en ningún momento mostró arrepentimiento por habserse tomado diez pastilla antidepresivas para, supuestamente, quitarse la vida. «Ella dijo que quería morirse» aseguró.
La misma profesional reveló que durante su encuentro con Sandamil la madre no mencionó a la niña. Sí lo hizo en una entrevista posterior con otra facultativa, a la que le explicó que tenía deseos de morirse porque su hija había fallecido. Durante esta charla, el día después del crimen, l a testigo percibió que la acusada «sonreía en un momento en que la situación era de gravedad , no era concordante, tenía una sonrisa inadecuada», lo que entendió como un síntomas psicótico pese a encontrarla «orientada y vigil» en todo momento.
Igual de desconcertante le resultó a otra de las doctoras consultadas la reacción de Sandamil cuando le comunicaron que estaba detenida por el asesinato de su única hija: «Tenía una actitud normal, de escucha, no reaccionó cuando le comunicaron que quedaba detenida . Me resultó llamativo porque no dijo nada de nada» explicó ante los nueve integrantes del juzgado encargados de valorar el nivel de culpabilidad de la procesada en la muerte de la menor.
A lo que sí se refirió Sandamil en todos los encuentros que tras el fallecimiento tuvo con los profesionales sanitarios fue a la botella con medicamentos que habría preparado tiempo antes en un intento de suicidio que nunca llegó a materializar y que se relaciona con la ansiedad que le provoca el pensar que sus compañeros de curso del Inem la estaba vigilando. Sobre este preparado, la acusada le comentó a varios médicos que «era para ella y no para la niña» , dando a entender que Desirée lo habría tomado de forma voluntaria y a escondidas.
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