Coronavirus
La picaresca desluce la reapertura de las playas de Barcelona
Los deportistas federados se mezclan con curiosos y bañistas, que han invadido la arena de la Barceloneta
Barcelona reabrió este viernes sus playas dando un nuevo paso hacia el desconfinamiento de la ciudadanía. Sin embargo, muchos vecinos incumplieron las normas fijadas por el Ayuntamiento, que pedía hacer deporte de forma individual, sin estirarse a tomar el sol ni apalancarse en grupo en la arena. A pesar de ello, pasadas las nueve había familias y grupos de amigos chapoteando en la orilla , desayunando o jugando a fútbol bajo un sol primaveral.
Con todo, desde el Consistorio se valoró positivamente la jornada recordando que, hasta nuevo aviso, las nueve playas de la ciudad seguirán abiertas cada día de 6 a 10 de la mañana. Por la tarde solo permanecerá disponible la de la Mar Bella , pero en ese caso únicamente para federados. «La gente ha sido responsable, se han respetado las distancias de seguridad y a las diez no quedaba nadie en el agua, pero como todo en el desconfinamiento, será un aprendizaje diario», apuntaron fuentes municipales consultadas por ABC. No obstante, las imágenes y los testimonios recogidos a primera hora mostraban un cierto descontrol en este primer día de playas abiertas.
Para recordar las nuevas normas de baño, varias unidades de los Mossos, la Guardia Urbana y la Policía Portuaria , así como un grupo de agentes cívicos, se desplegaron por todo el litoral advirtiendo a quienes incumplían las reglas, pero evitaron imponer multas. «Camino por la orilla, no sé si cuenta como deporte», reconocía Sonia, una vecina de Pueblonuevo que se puso el despertador para ir hasta el Hotel W . Allí, nadadores profesionales, y hasta algún pescador submarinista con arpón, compartían espacio con grupos de bañistas más ociosos. «No soy deportista, lo que iba a hacer es nadar... ¿pero como nadador se puede no?», se preguntaba un bañista algo desorientado que decía desconocer las limitaciones de este regreso a las playas en plena pandemia de coronavirus.
Bikinis y detectores de metales
Algunos vecinos de la Barceloneta salían de casa ya con las chanclas y el bikini puesto , como un día de verano cualquiera. Los horarios limitados y la ausencia de socorristas no atemorizó tampoco a quienes quisieron estrenar la temporada de baño en una jornada que, según el Ayuntamiento, no era para eso. «He venido por la sensación de libertad, me he bañado solo y ha sido maravilloso», explicaba Àlex Vicens, cantante de ópera y zarzuela , mientras se sacudía la arena de los pies antes de subirse a su moto y volver a San Gervasio para desayunar y volver a los ensayos.
La invasión de bañistas y curiosos no molestó a los deportistas, algunos de élite, que volvieron al agua después de semanas sin entrenar. Madrugaron y se lanzaron al agua justo al amanecer protegidos con gorros, gafas y trajes de neopreno. Ricardo, Marta y Lucía , tres nadadores de aguas abiertas, se mostraban satisfechos por poder retomar su actividad. «El agua está caliente por ser mayo, está a 17 grados, así que las sensaciones han sido buenas», explicaron a ABC todavía empapados después de nadar 2.000 metros.
La reapertura de las playas dejó algunas estampas curiosas, como la presencia de mascarillas quirúrgicas entre la basura escupida por las olas o el retorno de algunos personajes propios del catálogo estival barcelonés, como los cazatesoros que buscan monedas y joyas perdidas entre la arena con aparatosos detectores de metales. «Es el primer día que vengo, he encontrado poca cosa, algunas monedas oxidadas que ha traído el mar y poco más», explicaba Emil mientras mostraba su magro botín. Ayer, en las playas de Barcelona solo se ausentaron los lateros, las masajistas y los carteristas. No les hubiera faltado trabajo
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