Daniel, el estafador profesional que se hizo pasar por un abogado de prestigio y simuló sufrir metástasis

Está en prisión y ahora ha sido condenado a dos años más de cárcel por otra estafa de 50.000 euros a una familia de Talavera de la Reina

Fotografía que envió a una de sus víctimas cuando le dijo que estaba ingresado en un hospital

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Daniel Blasco García es un estafador profesional «y multirreincidente», recalcó la fiscal Arancha García nada más acabar, este miércoles, la vista en la que este farsante de 42 años aceptó desde la cárcel su última condena: una sentencia de conformidad con dos años de prisión , aunque el Ministerio Público había pedido cuatro para un reo que se había hecho pasar por un abogado reputado y que simuló también sufrir metástasis.

«Sí, completamente», contestó Daniel al presidente del tribunal de la Audiencia provincial de Toledo, Juan Ramón Brigidano, cuando le preguntó si admitía los hechos. En una videoconferencia desde la prisión Ocaña II, el acusado reconocía así una estafa a una familia de Talavera de la Reina a la que birló 50.000 euros -la cantidad que se puede probar, aunque dicen que fue cerca de 60.000 euros-, además de un coche que está pendiente de tasar.

«Conocí a Daniel en el verano de 2014 por Milanuncios. Le compré un turismo y me dijo que también era un abogado de prestigio que cobraba 1.500 euros la hora. También me enseñó en su teléfono móvil fotografías con Kiko Rivera y otros famosos en discotecas», relata a ABC Héctor, hijo del matrimonio engañado. Es la familia que creyó en Daniel como la persona que les podía ayudar después de que la esposa de Héctor sufriera un accidente de tráfico.

«Al mes y medio de conocerlo, una conductora se saltó un semáforo en Valencia y atropelló a mi mujer», continúa Héctor, mileurista y repartidor de paquetería. «Un policía local me dijo que lo llevara por la vía judicial si teníamos un buen abogado, y contacté con Daniel» . El falso abogado, que vestía ropa de marca, mostró mucho interés por el estado físico de la esposa de Héctor «con la labia que lo caracteriza». Dijo a Héctor que «se podía sacar 123.000 euros» y que le ingresara 1.900 euros como provisión de fondos. «Él pondría el resto y que, cuando recibiéramos una indemnización, él cobraría un 30 por ciento», recuerda el trabajador.

Otra fotografía que Daniel envió a Héctor

Dos semanas antes, Héctor ya había confiado en Daniel para que le vendiera un coche BMW deportivo que lo había comprado por 5.500 euros, pero del que nunca más supo. «Me aseguró que tenía un prestigioso joyero que iba a pagar 30.000 euros, de los que él se quedaría con 3.000 -rememora-. Le hice un escrito por si lo paraban, le advertí que el coche no tenía la ITV pasada y le di 50 euros para ello. Pero me han llegado denuncias y multas por la ITV no pasada, por exceso de velocidad, por aparcar indebidamente». «Cuando tú crees en una persona que te quiere ayudar...», repite la víctima.

«Decía que le quedaban meses de vida»

Héctor ingresó los 1.900 euros para la supuesta provisión de fondos pero, al cabo de unos quince o veinte días, contestó la llamada teléfonica de un hombre que se presentó como José Manuel y dijo ser el padre de Daniel. «Medio llorando, me dijo que a su hijo lo había atropellado una furgoneta en Málaga; que, estando en el hospital, le habían detectado metástasis en una exploración y que le quedaban meses de vida».

Mensaje enviado a las víctimas por WhatsApp

«Daniel me había jurado que él sólo me cobraría cuando recibiera la indemnización. En cambio, el padre me dijo que sentía mucho el acuerdo con Daniel pero que él era el dueño del despacho de abogados y tenía unos gastos. Hablé con mi padre, que tenía un dinero a plazo fijo, y me dijo que me echaba un cable ».

A partir de entonces, Daniel y su compinche lograron que la familia de Héctor ingresara el dinero que pedían. «Cada dos o tres días, nos mandaban por WhatsApp notificaciones supuestamente oficiales y mi padre iba por las mañana ha realizar el ingreso». Paralelamente, José Manuel le infundía también dramatismo a la situación de su supuesto hijo cada vez que contactaba con sus víctimas: «Nos decía que Daniel se estaba aferrando a la vida, pero que cada vez estaba más débil» . Y les pasaban fotografías de Daniel en el hospital y hasta una váter supuestamente manchado de sangre. Incluso el supuesto abogado de prestigio hacía acto de aparición mediante mensajes alentadores por WhatsApp: «Ya queda menos, hermano. Yo voy a morir, pero no te preocupes, que te dejo la vida solucionada, la tuya y la de tus hijos».

Hasta que llegó el día en que los progenitores de Héctor se quedaron sin sus ahorros: «Dijimos a José Manuel que no íbamos a pagar más hasta no ver algo de color. Y nos bloquearon el teléfono. Era marzo de 2015».

Recibí firmado por el estafador

Cuando acudió a la comisaría de la Policía Nacional de Talavera, a Héctor se le vino el mundo encima: «Vimos el pedrigí que tenía el sujeto, me di cuenta de que me había estafado, había jugado con mis sentimientos... Fíjese, llegué un día a llorar cuando el supuesto padre me contaba por teléfono que su hijo no salía adelante y, a la media hora, me dijo que se estaba aferrando a la vida. Yo eché a llorar porque pensé que era una persona que me quería ayudar», se lamenta Héctor.

«Se me pasó por la cabeza hacer cosas para quitarme la vida. Pero tengo una familia, tengo hijos y, si me voy de aquí, les voy a joder la vida. Ahora no me queda más que currar en dos trabajos para devolver a mis padres el dinero poco a poco; pagar la hipoteca de mi casa y que mis hijos no pasen hambre. No queda otra», dice resignado.

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