José Rafael, condenado a 23 años de cárcel por el asesinato de su mujer, elude la prisión permanente revisable

El magistrado Alejandro Familiar ha condenado a 23 años de prisión a José Rafael García Santana por el asesinato de su esposa, Cristina Martín, la tarde del lunes 5 de febrero de 2017 en Mora de Toledo. El marido, de 47 años, elude así la prisión permanente revisable, una pena que pedían el Ministerio Fiscal y las acusaciones particulares, mientras que su abogado había solicitado 16 años por homicidio.

«La familia de Cristina se ha decepcionado al conocer la sentencia», ha afirmado a ABC Rafael Pérez-Moreno, uno de sus dos abogados. Este letrado no va a recurrir la resolución del juez de la Audiencia de Toledo porque «está bien construida». «No se ha aplicado la agravante de alevosía convivencial y el magistrado solo ha seguido el veredicto del jurado popular, que considera que Cristina podía andar y pudo huir», ha explicado el abogado.

En la primera sesión de la vista con jurado popular, celebrada el pasado 7 de septiembre, José Rafael se declaró culpable del asesinato, pero añadió que no se conformaba con la pena que pedían para él .

Ahora en su fallo, el magistrado Alejandro Familiar condena a José Rafael por un delito de asesinato, con las circunstancias agravantes de parentesco y de género. Con un cuchillo de cocina de grandes dimensiones, asestó dos puñaladas al menudo cuerpo de Cristina, una en el corazón y otra en el pulmón izquierdo, que le provocaron la muerte.

Además de los 23 años de cárcel, el juez le inhabilita para ejercer la patria potestad sobre la hija del matrimonio, menor de edad, a la que no se podrá aproximar a menos de 300 metros, ni comunicarse con ella, durante 6 años después de haber cumplido su condena en prisión.

También a partir de entonces se le someterá a una libertad vigilada durante 10 años, tiempo durante el que José Rafael no se podrá comunicar ni aproximarse a los familiares más cercanos de Cristina: sus padres, su hermana y la hija de la pareja.

En cuanto a la responsabilidad civil, ha sido condenado a indemnizar a su hija con 150.000 euros, a cada uno de los padres de Cristina con 100.000 y a Pilar, hermana de la fallecida, con 50.000 euros.

En un primer juicio, celebrado en 2019 y que fue declarado nulo, se le condenó a la prisión permanente revisable, ya que el jurado consideró que Cristina no pudo huir ni defenderse. Sin embargo, el tribunal popular que emitió su veredicto el pasado 14 de septiembre no apreció esas agravantes , por lo que José Rafael ha podido sortear la máxima pena que le pedían.