ARTES&LETRAS CASTILLA-LA MANCHA
Del tiempo y sus caminos (23): El adiós y el abrazo de Jerónimo Castillo
«Si el dolor no se muere, lo haremos poesía», dice Juan Antonio Villacañas
Apenas comenzaba el mes de enero y, tras una entrañable conversación telefónica con él, me llega la noticia de la muerte de Jerónimo Castillo , poeta argentino a quien no llegué a conocer personalmente, nos separaba todo un océano, y, con quien, no obstante, me unió una auténtica amistad. Entre sus libros está el titulado Abrazo poético , cuyo prólogo escribí y del que extraigo aquí algunas palabras que son ahora homenaje.
Cuando la Poesía abraza:
Un libro de verdadera Poesía es siempre un regalo por el que hay que sentir gratitud. Se observará que he escrito una palabra con mayúsculas, precisamente porque es lo que en este libro encontramos: Poesía con mayúsculas, siendo el que produce un gozo que eleva el espíritu. Éste es un abrazo poético que acoge y, a la vez, eleva, pues en él se combinan lo cálido y lo trascendente. Jerónimo Castillo es poeta de larga y fecunda andadura, él da prueba de que el verdadero poeta, abrazando su destino sabe abrazar con la Poesía.
En Abrazo poético se encuentra una riqueza de poemas variados que, a la vez, forman una totalidad unitaria y armónica. Y es así porque cada uno de ellos da testimonio de vida intensa en amor, amistad, generosidad, recuerdos, hermanamiento con la naturaleza y de visión ética y trascendente. De esta forma conviven en armonía poemas como «La Creación», «Te prohíbo la tristeza», «Juventud», «Me sugieres», «Salí de Irlanda», «Atardece», «Este poema es para ti», «El ave», «El patio de la casa», «Canto a San Francisco», o «Los dulces de la abuela».
Todos ellos, y los demás, testigos de esa vida intensa hecha verso memorable. Armónicamente conviven también las diferentes formas poéticas que sustentan los poemas, entre ellas décimas, cuartetos octosílabos rimados, rimas asonantes y, por supuesto, el soneto. Y escribo «por supuesto» porque, sin desmerecer en absoluto su maestría en lo anterior, Jerónimo Castillo es un sonetista que puede calificarse de magnífico . En su obra poética vibra una riqueza de sonetos, riqueza tanto por la abundancia como por la calidad de los mismos.
No rehúye el poeta el dolor en su libro. El dolor, ineludible en la vida, no sólo forma parte de la poesía, sino que, en no pocos casos, la genera. Si el dolor no se muere/ lo haremos poesía , nos dice Juan Antonio Villacañas . Son muchos los que afirman que el dolor no sirve para nada, pero no hay sabio que no lo conozca.
Abrazo poético : el abrazo grande y noble que, de la mano de la Poesía, surca distancias y llega al espíritu. Gracias, Jerónimo Castillo, por el abrazo de estos poemas.
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