Desenterrando la casa más cercana al volcán: «Debe estar ahí»
Vicente Leal tiene en su propiedad la casa milagro, la más cercana al volcán que ahora vive su hijo Saúl y su nuera María, que «debe estar ahí» ya que apenas se puede ver de ella la punta de la chimenea
Vicente Leal es el propietario de la casa más cercana al volcán de La Palma, apenas a unos 150 metros del 'bicho' y a 50 metros de la lava. Amenazada durante los 85 días y ocho horas de erupción, la casa sigue en pie, o esa parece ya que como él mismo asegura «debe estar ahí», bajo las toneladas de ceniza que apenas dejan ver una de sus chimeneas.
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Ahora que ha llegado el momento de la verdad, desenterrarla de las garras del volcán sin nombre. No se la ha llevado pero la ceniza se ha apropiado de esta vivienda, que ahora viven su hijo Saúl y su nuera María. Esta casa con tejado a cuatro aguas se aferra al territorio, y han podido localizarla por esa chimenea que asoma entre las toneladas de ceniza.
En este momento, la casa es más del volcán que de ellos, pero no por mucho tiempo, esperan. Una vez logren llegar al interior se verán los posibles daños, pero llegar a una ventana aún es un trabajo que llevará semanas. Confía en poder celebrar en ella la Navidad . El objetivo está marcado pero primero hay que volver a descubrir la cubierta, los muros y paredes, a mano y a golpe de pala, luego tocará rezar para que estos cinco meses hayan pasado sin que el volcán se haya adueñado de los recuerdos de Vicente, Saúl y María.
Solos, con un trabajo ingente por delante, esta familia de Las Manchas lanzó un SOS hace unos días que se escuchó alto y fuerte por toda La Palma. Poco a poco, pala a pala, estos guerreros se enfrentaron al reto sin ayuda. Sus imágenes dieron la vuelta al mundo. «María y Saúl no pierden la esperanza de que algún día alguien se ponga en contacto con ellos para ayudarles a recuperar su hogar», relataba el equipo de fotógrafos de I Love The World .
Al día siguiente unas 40 personas acudieron a su llamada de auxilio, pero el fin de semana ya estaban de nuevo solos ante el desastre. El riesgo de los gases sobrevuela la propiedad, dando fe de la pelea posteruptiva que vive La Palma.
Vicente no se fue, firme ante la adversidad de un pueblo que ha vivido una pandemia, un incendio terrible, un volcán y ahora lo peor, pocas acciones efectivas a tanto dolor.
En la zona hay tres casas y una bodeguita, en una situación parecida en la zona cero del volcán. Ya los pinos han empezado a brotar , en un paisaje fundido a negro donde la naturaleza abre un hilo de esperanza. El pino canario se sabe que es resistente al fuego, ahora también se sabe que sobrevive a los volcanes. Al igual que el pueblo de La Palma.