El Payaso Pompita y el limbo del empleo en La Palma: «Solo quiero trabajar, de lo que sea»
A pesar de no tener ERTE, ni paro, ni trabajo a causa del volcán de La Palma, no le han llamado para trabajar en los planes de empleo para afectados
«Llevo dos meses viviendo en el hotel, y aquí hay gente que lleva cuatro», y a pesar de la situación «no nos han llamado a ninguno»
« Solo quiero trabajar, de lo que sea, cualquier cosa» , en este momento «no tengo ninguna entrada económica, no puedo ni comprarle ni comprarle un refresco a mi hija».
David Martín hubo un tiempo que fue el Payaso Pompita , ahora busca hacer reír a los evacuados que aún permanecen en el hotel Princess de Fuencaliente donde él lleva dos meses , pero hay gente que lleva más de cuatro. «Hacer reír y hacer el payaso es algo que se lleva dentro» y en este caso es importante, valora, «hay gente aquí que ha terminado cayendo en depresión ». No es fácil, alega, él no puede regresar a casa, ha quedado en medio de dos lenguas de lava de varios metros de alto en el camino de San Isidro.
«La gente piensa que estamos en la gloria, viviendo en un hotel y con toda las comidas», explica, «no se dan cuenta de que esto se ha convertido en una cárcel ». A pesar del profundo agradecimiento al personal del alojamiento y por tener un techo, el medio centenar de afectados por el volcán que siguen en el hotel viven en el limbo de una recuperación de la normalidad que no llega. En ese limbo se mueve David, atrapado en burocracia, negativas y desesperado .
David es funcionario del Ayuntamiento de Tazacorte, solicitó hace años una excedencia para poder crear un negocio, donde se convirtió en el Payaso Pompita y divertía a los palmeros en fiestas infantiles. El covid se tropezó en su camino «y fue mi ruina». Confinados, sin poder hacer fiestas, sin ingresos, su sueño de autónomo cayó con la pandemia, por lo que decidió cambiar de rumbo. Rendirse no era una opción. Se fue a una finca de plátanos, a cargar piñas , como ha contado a ABC . Pero el volcán de Cumbre Vieja volvió a truncar sus planes , acumulando golpes a un vecino que no tiene intención de dejarse vencer. El empresario tuvo que diluir la empresa, con sus fincas bajo la lava del volcán, por lo que David ha quedado sin derecho a paro por estar de excedencia, ni derecho a ERTE porque la empresa se la tragó Cumbre Vieja y sin ingreso de ningún tipo .
Además, la casa en la que vivía en La Palma no está oficialmente destruida, también en el limbo en el que baila su vida. Rodeada por las coladas, esta vivienda es totalmente inaccesibl e , por lo que aunque es considerado afectado por la situación, aún no sabe si ha sufrido daños graves, si necesita reparación, no se puede llamar al seguro ni limpiar, está en medio de esos vacíos caprichosos que ha dejado el volcán sin nombre. 'Kipukas' los llaman. «No sé lo que me encontraré cuando vuelva».
«Intenté salir de la situación yéndome a Tenerife a trabajar, pero no es viable por los precios de alquiler y los sueldos», asegura. No sabe qué hacer.
« He pedido que me adelanten la incorporación a mi puesto de trabajo en el Ayuntamiento pero me dicen que no es posible, he pedido trabajar en el plan de recuperación, pero no me llaman », a pesar de que le consta que están contratando a personas que no son damnificadas por el volcán «ni siquiera de los municipios afectados».
Él solo quiere trabajar « de lo que sea, me da igual », pide a la desesperada. «No es solo una cuestión económica, es para poder ocupar también el cerebro», y es que la estabilidad mental de quienes siguen con su vida suspendida y viviendo en un hotel es cada vez más difícil de mantener.
Contratos 'a dedo'
El Gobierno de Canarias, a través de Gesplan, ha activado un convenio para afectados por el volcán que están sin trabajo, «siempre me dicen que ya me llamarán y ya van más de dos meses sin señales». No entiende cómo pueden estar usando ese dinero «para sacar de desempleo a gente que no es afectada mientras aquí seguimos en el hotel encerrados y sin posibilidad ni siquiera de volver a casa», y es que igual que él hay varios en el hotel de Fuencaliente. «Están dando los contratos a dedo , y hay más de 200 personas en el hotel sin trabajo esperando esa llamada». No se entiende «en qué se basan para distribuir estos puestos de trabajo» al igual que las ayudas, «no hay criterio».
«Si pudiese tener ERTE, o paro, o algo, la cosa sería algo mejor, pero es que no tengo nada». Pide buscar una solución, él no ha recibido más ayudas que la tarjeta de supermercado de Cruz Roja. « Tengo una hija de 10 años y no puedo ni comprarle la merienda , tengo cero entrada de dinero». Para David «esto no es vida».
«Solo quiero volver a casa», lamenta. Su personaje del Payaso Pompita, que sigue siendo de alguna forma su alter ego, «es parte de mi vida» porque «después de todo esto, me ha quedado claro que lo único importante es el día a día, el presente y el hoy » ya que en apenas dos años ha estado «de lo más alto a lo más bajo en cuestión de horas».
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