El PP lleva al Senado los ataques a la libertad religiosa y pide que los rechace
Presenta una Moción en la que acusa al Gobierno de «falta de sensibilidad» por no haber permitido más de tres familiares en las inhumaciones
El Grupo Popular en el Senado ha registrado hoy una moción en la Comisión de Constitucional en la que se insta a «rechazar todas las actuaciones que han supuesto un ataque al derecho a la libertad religiosa, contemplada en el artículo 16 de la Constitución».
Igualmente, quieren que se rechace «la actuación del Gobierno de España a través del mando único, por su falta de sensibilidad para implementar medidas de apoyo a las familias de los fallecidos, al no haber permitido la presencia de más de tres familiares en las inhumaciones o la supresión de los velatorios, cuando hemos visto grupos de más de tres personas platós de televisión».
Los populares, en la exposición de motivos , recuerdan que el Real Decreto del estado de alarma permitía la asistencia a lugares de culto siempre y cuando se cumplieran las condiciones de seguridad para evitar aglomeraciones, guardando la distancia de al menos un metro. Sin embargo, se han producido, a su juicio, varios casos en los que no se ha respetado la libertad de culto.
Así, señalan que el 22 de marzo la Policía Nacional impidió a una veintena de fieles la asistencia a la Misa de seis de la tarde en la Catedral de Valladolid . El viernes 3 de abril, la Policía Nacional disolvía nuevamente una Misa en la Parroquia de San Servando y San Germán en Cadiz que aglutinaba alrededor de una veintena de personas.
El 5 de abril, coincidiendo con la festividad del Domingo de Ramos, la Policía Local de S evilla interrumpía una Eucaristía que se oficiaba en la azotea de la Iglesia de los Paúles, con ocho personas, todos ellos miembros de la comunidad religiosa.
El 10 de abril se desalojaba la Catedral de G ranada mientras se celebraban los Oficios de Viernes Santo. El lunes 13 de abril el Cuerpo Nacional de Policía desalojaba la Parroquia de los Santos Juan y Pablo, cuando en el interior se encontraban tan solo cinco personas y el propio sacerdote.
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