Juicio por el caso Nóos

Un testigo afirma que Torres era «un buen académico y un pésimo empresario»

El consultor Xavier Agulló dice en su comparecencia ante el tribunal que la presencia de Urdangarín le aportaba al grupo Nóos un «plus de marca»

El fiscal Pedro Horrach (c) junto a Jesús Bonet (d), abogado de Jesús Grau EFE

JOSEP MARIA AGUILÓ

El juicio del caso Nóos prosigue este jueves con la declaración de ocho testigos, en todos los casos a través de videoconferencia. Los tres primeros testigos en comparecer han reiterado que siempre entendieron que estaban trabajando únicamente para Nóos , con independencia de la empresa del grupo que efectivamente les hubiera contratado. Los antiguos responsables del Instituto Nóos, Diego Torres e Iñaki Urdangarín, siempre han defendido, en cambio, que cada sociedad tenía una función distinta y han negado la existencia de un «grupo» como tal.

El tercer testigo en comparecer ha sido Xavier Agulló, que trabajó como consultor para Virtual entre 2004 y 2005 tras ser contratado por Diego Torres. El fiscal Anticorrupción, Pedro Horrach, le ha preguntado a Agulló si creía que trabajaba para Virtual o para el grupo Nóos. «Para mí todo era lo mismo», ha afirmado. En relación a Torres, inicialmente le ha dedicado varios elogios. Así, ha dicho que fue su «maestro» y que «siempre estaba innovando». En ese sentido, también ha señalado que «podría haber sido el mejor académico del mundo en aquello que hubiera deseado».

A continuación, Agulló ha expresado varias críticas hacia Torres. En ese contexto, ha afirmado que era «un buen académico y un pésimo empresario». Sobre el hecho de que en 2003 Torres decidiera asociarse con Iñaki Urdangarín, ha indicado que «Iñaki le aportaba ese plus de marca». Agulló también ha señalado que en aquellos años era habitual que las consultorías creasen asociaciones para poder solicitar subvenciones a las administraciones públicas.

En cuanto al antiguo contable, Marco Antonio Tejeiro, el testigo ha dicho que realizaba labores de administrativo. «Era el hombre de los papeles», ha afirmado. Por lo que se refiere a la esposa de Torres, Ana María Tejeiro, ha indicado que era «la mano derecha» de su marido en la administración de Virtual. En relación al antiguo asesor fiscal, Miguel Tejeiro, Agulló ha dicho que creía que también realizaba labores de asesoramiento legal. Preguntado sobre Aizoon, la mercantil cuya titularidad compartían Urdangarín y Doña Cristina, ha señalado que los empleados de Nóos sabían que el matrimonio había constituido dicha sociedad.

Sobre Urdangarín, ha afirmado también que era la persona que «más proyectos podía vender» a nivel de márketing. Asimismo, ha indicado que en Nóos, Torres y Urdangarín eran «jefes» a partes iguales, mientras que los empleados eran los «indios», entre ellos Marco Antonio Tejeiro. «No había ninguna delegación de poder o de responsabilidad» por parte de los dos exsocios, ha añadido. Por ese motivo, Agulló decidió marcharse de Nóos, al entender que no podría «crecer profesionalmente».

El testigo ha explicado que por esa razón mantuvo una reunión previa con los dos máximos responsables de Nóos. En aquel encuentro, Torres le dijo a Agulló que era «un revolucionario y una manzana podrida» . Aun así, Urdangarín le propuso seguir colaborando con el grupo, si bien ya sólo como trabajador externo. Agulló ha confirmado que aceptó esa proposición.

La letrada de la Abogacía del Estado, María Dolores Ripoll, se ha interesado por la posible existencia de una facturación cruzada entre las diferentes empresas del grupo. En ese sentido, Agulló ha señalado que creía que sí se había producido esa circunstancia, pero no ha sido taxativo en este punto.

Por su parte, el abogado de Torres, Manuel González Peeters, le ha preguntado a Agulló si alguna vez participó en la gestión, dirección o administración de las sociedades de Nóos. La respuesta del testigo ha sido negativa en los tres casos. Con dichas preguntas, González Peeters quería demostrar que Agulló no estaba al tanto del funcionamiento real de las distintas empresas del entramado.

Una antigua empleada

En primer lugar ha comparecido este jueves una antigua empleada del grupo Nóos, María Ángeles Almazán, quien empezó a trabajar en Nóos Consultoría Estratégica en enero de 2005, en donde permaneció durante un año y medio. Primero trabajó como recepcionista y después como asistente personal de Urdangarín. «Llevaba su agenda en momentos puntuales» , ha dicho.

En ese sentido, ha señalado que la mayoría de reuniones que celebraba Urdangarín eran en Valencia, Mallorca y Madrid. Algunos de esos encuentros fueron con los entonces presidentes valenciano y balear, Francisco Camps y Jaume Matas, respectivamente. En principio, dichas reuniones habrían estado vinculadas con los eventos conocidos como Valencia Summit e Illes Balears Fórum. Almazán también desarrolló labores de apoyo al antiguo contable, Marco Antonio Tejeiro. La testigo ha confirmado que los «jefes» de Nóos eran Torres y Urdangarín. Según su testimonio, Tejeiro decidía el importe de las facturas .

Almazán ha indicado que la esposa de Torres, Ana María Tejeiro, le dijo a mediados de 2006 que Urdangarín ya no iba a seguir trabajando en la sede del grupo. Cabe recordar que en marzo de 2006 Urdangarín abandonó el Instituto Nóos por indicación de la Casa del Rey. Según su testimonio, desde La Zarzuela Urdangarín sólo recibió llamadas del secretario de las Infantas, Carlos García Revenga. Por su parte, el abogado de Torres, Manuel González Peeters, le ha preguntado a la testigo si en alguna ocasión envió escritos a García Revenga a su correo electrónico de La Zarzuela. La respuesta de Almazán ha sido afirmativa en ese sentido.

A continuación, ha prestado declaración Francisco José Larrey, quien trabajó como consultor en Nóos tras ser contratado por Torres. La nómina la percibía a través de Nóos Consultoría Estratégica. A preguntas de González Peeters, Larrey ha incurrido en varias posibles contradicciones de carácter menor a la hora de exponer con exactitud las funciones concretas que desarrolló en Nóos.

Otros testigos

La sesión de este jueves del juicio del caso Nóos ha proseguido por la tarde con la comparecencia de nuevos testigos, en todos los casos a través de videoconferencia. En primer lugar ha declarado María Dolores Babot , que trabajó como documentalista en Siriaimasu y como administrativa en Nóos Consultoría Estratégica. El fiscal Horrach le ha preguntado si tenía el convencimiento de que en realidad estaba trabajando para el Instituto Nóos. «Era el nombre general por el que trabajábamos los empleados», ha reconocido. A continuación, ha comparecido el consultor Marc Vallet, que fue contratado por Nóos Consultoría Estratégica. Vallet ha señalado que, aun así, «siempre» trabajó en el Instituto Nóos.

El siguiente testigo en declarar ha sido otro antiguo empleado de Nóos, Pedro Alfonso Parada, que fue contratado por Virtual y trabajó en varias empresas del grupo, sobre todo como consultor y ponente. En su comparecencia ha dicho que Torres y Urdangarín formaban un «tándem». Asimismo, ha confirmado que colaboró en los eventos conocidos como Valencia Summit e Illes Balears Fórum. Parada también ha indicado que formó parte de la junta directiva de Nóos como tesorero, si bien nunca ejerció dicho cargo. Tras la comparecencia de Parada, ha declarado una antigua colaboradora de Nóos, Lourdes Elvira Urriolagoitia , esposa de Parada, que participó como ponente en el Valencia Summit. Por último, ha comparecido el exregatista olímpico Roberto Molina, que era amigo personal de Urdangarín y que prestó servicios informáticos para Nóos. Según su testimonio, únicamente Torres y Urdangarín tenían acceso —a través de sus ordenadores personales— a todos los proyectos sobre los que estaba trabajando Nóos en cada momento.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación