Inés Arrimadas exige «un confinamiento inteligente» para evitar «uno drástico y duradero»
La presidenta de Ciudadanos reclama a Pedro Sánchez un estado de alarma más restrictivo con medidas similares a las que se están imponiendo en Europa para frenar la tercera ola del coronavirus
Como sucedió en la primera y en la segunda ola del coronavirus , Inés Arrimadas , la líder de Ciudadanos (Cs), ha vuelto a anticiparse al Gobierno y ha exigido la imposición de un «confinamiento inteligente» para evitar más adelante «uno drástico y duradero» como el que se produjo en marzo y abril del año pasado. La diputada por Barcelona ha reclamado restricciones de la movilidad mayores de las que hay ahora, pero acompañadas de ayudas directas a los sectores afectados, de un «aumento sin precedentes» del teletrabajo , de tests masivos y de una aceleración, coordinada por el Ejecutivo, del plan de vacunación .
Ya en marzo, en su primera semana como presidenta de Cs, fue la primera en solicitar formalmente a Pedro Sánchez la declaración del estado de alarma . Algo que repitió después en la segunda ola, aunque vio cómo el jefe del Ejecutivo aprobó uno que delegaba la toma de decisiones en las comunidades autónomas y que tuvo coste interno en Cs por la prórroga de seis meses , con la que dejó al Congreso inerme para levantar una medida excepcional. Hoy ha pedido un «confinamiento inteligente», después de que el líder de la oposición, el popular Pablo Casado , reclamase ayer «un marco» para que las regiones que lo deseen puedan dictar un confinamiento domiciliario .
«Le pido al presidente del Gobierno que esta vez lo lidere él, que se ponga detrás y con criterios comunes a toda España», ha apuntado Arrimadas, quien ha recordado que en el estado de alarma vigente no se contemplan más medidas de las que ya se están aplicando, por lo que sería necesario decretar uno nuevo, más restrictivo. La líder de los liberales cree que España va «tarde» y vuelve a llegar «la última», y reclama restricciones similares a las que ya se están promoviendo en Europa , con toques de queda muy adelantados, limitaciones de la movilidad, pero, siempre, con ayudas directas a los perjudicados por ese «confinamiento inteligente».
Arrimadas ha escudado su petición en la mala evolución de la pandemia en España, con una tercera ola que, ha dicho, «ha inundado» todo el país. Así, ha recordado que ayer hubo cerca de 36.000 nuevos positivos en Covid-19 , que la incidencia acumulada se sitúa en los 522 contagios por cada 100.000 habitantes -más del doble de lo que en la Unión Europea se considera «riesgo extremo» -, que más de un tercio de las camas UCI ya están ocupadas por pacientes de Covid o que en los últimos días han fallecido más de ochocientas personas en España.
Por ello, ha vuelto a tender la mano al Gobierno, ha abogado por dejar a un lado las luchas partidistas y ha mostrado su predisposición a respaldar medidas excepcionales para contener la tercera ola , disparada en toda España. «Estamos a tiempo de evitar el peor de los escenarios: un descontrol absoluto y una paralización de la vacunación por colapso sanitario».
Salvar la vacunación
La presidenta de Cs ha hecho mucho hincapié en este punto. Debe ser una prioridad, ha repetido, evitar que la atención primaria se vea desbordada como ya sucedió en los peores momentos de la pandemia, entre marzo y mayo del año pasado. Solo así, ha advertido, los centros de salud podrán seguir suministrando vacunas; esencial para avanzar hacia la inmunidad de grupo y recuperar parte de la normalidad perdida. Arrimadas, antes de la rueda de prensa en el Congreso, le ha trasladado su propuesta al Gobierno, que ahora debe decidir si mantiene el plan actual o avanza hacia un escenario más similar al que se vive en Europa. Ayer en Francia, por ejemplo, se decretó toque de queda en todo el país a partir de las seis de la tarde.
La Navidad, detrás del aumento de casos
Respecto a la Navidad , Arrimadas ha criticado que había «criterios que eran demasiado laxos», pero ha aseverado que ahora toca afrontar la tercera ola, aprender de los errores y no perder el respeto al virus, que ha puesto en jaque la forma de vida de los seres humanos. «Hicimos muchas llamadas a la prudencia -ella misma decidió no viajar y pasar las fiestas exclusivamente con su marido y su hijo-. Viendo los datos, se ve el impacto de los contactos sociales en Navidad. No seríamos honestos si no lo reconociéramos», ha admitido.
Pero ahora, para evitar un confinamiento «drástico» como el de marzo y abril, en el que solo se podía salir a la calle para ir a la compra, al médico o a trabajos en los que fuese imposible el teletrabajo, Arrimadas reclama un consenso apoyado en «una base científica» . La duración de ese «confinamiento inteligente», cuyo alcance no ha especificado, la ha dejado en manos de «los expertos y los resultados», pero no pretende que sea la misma que la del primer confinamiento. «No estamos proponiendo nada que no se esté planteando en países de nuestro entorno», se ha defendido.
Como advirtió en el debate de la prórroga del actual estado de alarma -que se prolongará hasta mayo, salvo que lo revoque en marzo la Conferencia de Presidentes , previo aval del Consejo Interterritorial de Salud -, le llega la hora a Sánchez, a su juicio, de aprobar un estado de alarma más duro, que necesitaría una nueva votación en el Congreso quince días después de ser decretado en el caso de que se quiera prolongar. Por ahora, Cs es el único partido que ha pedido un nuevo estado de alarma -con ese confinamiento «inteligente»-, aunque ya sugirió ayer Casado que se permita imponer un confinamiento domiciliario a las regiones que lo estimen oportuno y sí hay comunidades autónomas, como Castilla y León , gobernada en coalición por PP y Cs, que han pedido al Gobierno central que habilite esa posibilidad. Lo que con el marco jurídico actual es imposible.
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