El «hiperliderazgo» contra las «baronías»: Arrimadas e Igea se juegan el futuro de Cs
El partido afronta las primeras primarias post Rivera con dos alternativas de peso
La vertiginosa caída de los 57 a los diez diputados ha situado más cerca que nunca a Ciudadanos (Cs) de comportarse como un partido normal. Por fin, tras trece años de mando indiscutible, los liberales encaran sus primeras primarias «de verdad» para elegir presidente. Frente a frente, su portavoz en el Congreso, Inés Arrimadas, y el vicepresidente de Castilla y León, Francisco Igea. Ella cuenta con el favor de la mayoría de cargos orgánicos y con su histórica victoria en las elecciones catalanas. Pero él, que ya sabe lo que es derrotar al aparato, se ve con serias opciones de dar la campanada.
El debate sobre el modelo
El principal debate, y lo que ha llevado a Igea a presentarse contra la que hace unos días definía como «la mejor candidata», es el modelo de partido. Arrimadas es partidaria de dar más voz a la militancia, pero de mantener la toma de decisiones del partido monopolizada por el Comité Ejecutivo. Igea, de forma similar a como funcionan el PP y el PSOE, aboga por que los afiliados escojan a los comités autonómicos para que funcionen como «contrapeso». El líder del sector crítico argumenta que la estructura actual aboca a un hiperliderazgo, mientras que la portavoz parlamentaria de Cs contrapone que el modelo de Igea rompe el discurso único en toda España y crea baronías como la del PSC.
Cómo recuperar el centro
Aunque los dos comparten ideología, «centro liberal progresista», y creen que el partido debe ocupar el espacio abandonado cuando intentó pugnar por el liderazgo del centro-derecha con el PP, hay matices entre ambos. Uno de ellos es la autocrítica. Igea ha admitido públicamente que fue un error no intentar pactar con el PSOE cuando sumaban 180 escaños , mientras que Arrimadas lo ha evitado siempre. Al menos explícitamente, porque tras el 10-N sí tomó la iniciativa de intentar atraer al centro al PSOE y al PP para sellar un acuerdo de estabilidad sustentado por 221 diputados.
Con el PSOE entregado a Unidas Podemos y al independentismo, Arrimadas apuesta por ir en coalición con el PP en los territorios con fuerte presencia nacionalista. No lo hace Igea, que defiende la autonomía del proyecto liberal y considera un error cerrar alianzas solo con los populares. Como en 2015 y 2016, Igea es partidario de pactar a izquierda y derecha indistintamente, pero tras las elecciones. Los dos comparten su forma de tratar a Vox, partido al que tachan de populista, y coinciden en marcar como línea roja la posible entrada de esta formación en los gobiernos a distinto nivel. Ven en Vox al Podemos de la derecha.
«Zidanes» contra «pavones»
La principal diferencia entre las dos candidaturas radica en los equipos que acompañan a Arrimadas y a Igea . La portavoz de Cs aglutina a los rostros más mediáticos del partido, mientras que Igea se rodea de personas desencantadas con el rumbo del partido, pero mucho menos conocidas. La lista de Arrimadas, con 35 nombres, incluso tiene algunos en la recámara como Edmundo Bal, José Ramón Bauzá y Sara Giménez, que aún no figuran entre su terna de candidatos porque no cumplían los seis meses de afiliación imprescindibles cuando se cerró el censo.
Sí están con ella el eurodiputado Jordi Cañas, líder del sector crítico que reclamó en 2017 mantener la socialdemocracia en el ideario de Cs, los tres vicepresidentes autonómicos de Cs que no son Igea -Ignacio Aguado, Juan Marín e Isabel Franco-, la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís, cuatro diputados nacionales, once autonómicos, dos presidentes de parlamentos regionales, tres consejeros autonómicos, varios concejales...
Igea, por su parte, se rodea de cinco exdiputados nacionales -Fernando Navarro, Orlena de Miguel, Javier Cano, Saúl Ramírez y José Luis Martínez-, del presidente de Melilla, Eduardo de Castro, y de seis diputados autonómicos -tres de ellos del Parlament-. Le acompañan nueve afiliados que actualmente se ganan la vida fuera de la política . El pero de la lista de Arrimadas está en su continuismo. 31 de sus miembros eran del Comité Ejecutivo de Albert Rivera y once pertenecen a la actual gestora.
Más participación
Las principales propuestas de Arrimadas se dirigen a fomentar la participación de los afiliados. Quiere crear un área de participación y movilización y nombrar a un miembro específico de su ejecutiva para dirigirla. También promueve que se instaure una oficina del afiliado para consultar dudas y establece la llamada «Iniciativa Legislativa Popular Naranja»: una manera de que las medidas que nazcan de la militancia sean directamente debatidas en el Comité Ejecutivo, sin necesidad de pasar por los filtros de las agrupaciones y los comités autonómicos. Promete una mayor rendición de cuentas a los afiliados y hace hincapié en la participación sectorial de los militantes para fomentar el talento interno.
El equipo de Igea pide más libertad de expresión para el afiliado y que no se penalicen, como hasta ahora, las opiniones «desleales». Exige que todas las votaciones se hagan en urna -algo que rechaza el equipo de Arrimadas alegando dificultad para los votantes que viven en islas o agrupaciones pequeñas y alejadas de las sedes- y defiende que el Consejo General, máximo órgano entre asambleas, se elija con listas abiertas. Además, pide que los integrantes de la Comisión de Garantías se escojan por sorteo entre los miembros del Consejo General -no por la ejecutiva, como hasta ahora-, y que el Comité de Régimen Disciplinario lo designe la Asamblea General, en vez de la ejecutiva.
Los apoyos
Luis Garicano finalmente se quedó en tierra de nadie. Apoyó explícitamente la candidatura de Arrimadas en la precampaña, pero después rechazó formar parte de su lista. La inmensa mayoría de cargos orgánicos del partido respaldan a Arrimadas, así como exdirigentes como Juan Carlos Girauta o Patricia Reyes. A Igea lo secundan plataformas de afiliados críticas, especialmente reacias a mantener el voto telemático, y exdiputados como Ignacio Prendes -que fue vicepresidente del Congreso- o Carina Mejías. También el fundador de Ciudadanos Xavier Pericay se ha posicionado con el sector crítico del partido.
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