Pablo Grandes: «Jesús Casas es un ídolo en Irak»

Antonio Valimaña

El Puerto

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22/06/2024 a las 13:02h.

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A Pablo Grandes (El Puerto de Santa María, 14 de octubre de 1986) el éxito no le ha llegado por casualidad. Si está donde está es porque se lo ha ganado a pulso y con creces.

Miembro del cuerpo técnico de la selección absoluta de Irak que comanda Jesús Casas, el portuense acudirá también a los Juegos Olímpicos de París este verano como segundo entrenador del combinado iraquí. Lo hará acompañado de David Valle como entrenador de porteros. Es el premio a la dedicación. Cueste lo que cueste.

«Esta oportunidad me llega gracias a Jesús Casas», aclara Pablo Grandes. Sensato como pocos y agradecido como el que más, este apasionado del esférico es consciente de las dificultades que se deben superar para llegar ahí. Lo ha vivido en sus propias carnes. Y aun así muy pocos los consiguen. Él está entre los elegidos.

- ¿Cómo se encuentra? ¿Qué tal va la experiencia en Irak?

- A nivel personal es mucho mejor de lo que esperaba. Cuando nos llama Jesús Casas y nos ofrece la posibilidad de formar parte de su cuerpo técnico, al principio te surgen dudas sobre el país, la situación que están viviendo, la seguridad que existe... En casi dos años no hemos tenido ningún tipo de problemas, el trato con la gente es espectacular y prácticamente estamos adaptados a un país con costumbres diferentes a las nuestras.

A nivel deportivo es una experiencia única para mí porque es la primera vez que formo parte de una selección para competir a nivel internacional. De momento los resultados también nos acompañan y poco más se puede pedir. Irak fue campeona de la Copa del Golfo, hizo un buen papel en la Copa de Asia y seguimos con opciones de ir al Mundial 2026, que es nuestro gran objetivo. A nivel de resultados todo ha ido sobre ruedas y hasta ahora sólo puedo hablar cosas maravillosas de esta experiencia.

- La verdad es que mejor no pudo comenzar esta historia. Fue llegar y levantar la Copa del Golfo.

- Ganar la Copa del Golfo fue apoteósico. Llegábamos a un país desconocido como era Irak, donde se disputaba el torneo, y en esos primeros encuentros veías 65.000 personas en el estadio, con un campo lleno seis o siete horas antes del partido. Son muy fanáticos y se armó la mundial al ganar la competición. Sin lugar a dudas fue el comienzo soñado.

- Después tocaba la Copa de Asia. ¿Cómo la recuerda?

- Ves que te toca Japón, que acababa de ganar a España en el Mundial de Catar, y además existe la posibilidad de un cruce ante Corea del Sur si pasas como segundo clasificado, pues lo ves complicado. Veías los últimos partidos de Japón antes de jugar ante nosotros y lo había ganado todo y marcando 44 goles en diez encuentros... Pues bien, al final ganas los tres encuentros de la fase de grupos, terminas líder y te toca Jordania que fue tercero en su grupo de clasificación. El inicio fue inmejorable.

Después fue bastante dura la derrota ante Jordania por la forma, con dos goles consecutivos en la prolongación y después de la expulsión de nuestro goleador Aymen Hussein al celebrar el 2-1. Luego nos hubiese tocado Tayikistán, que dio la sorpresa en su eliminatoria, y ya te veías con opciones de conseguir algo muy grande.

- Se nos viene a la mente aquel episodio que tuvo que vivir Jesús Casas en una rueda de prensa increíble. ¿Fue vuestro peor momento en Irak?

- Lo que pasó en la rueda de prensa con Jesús Casas se magnificó. En España llamó la atención, pero realmente fueron dos personas que tienen dos cuentas de redes sociales y no eran ni periodistas. Pareció más de lo que era y el efecto fue el contrario porque Jesús Casas es un ídolo en Irak. Sólo pensar que Jesús podía estar molesto y pensar en irse hizo que desembocara en el efecto contrario.

Recuerdo que nos recibieron en el hotel, lo esperaban en el aeropuerto y le pedían que no se fuese de ninguna de las maneras. El presidente de la Federación de Irak incluso estaba asustado por si Jesús podía tomar la decisión de irse. Al día siguiente hubo una reunión para tranquilizar la situación y afortunadamente todo salió bien y ahí seguimos. Lo quieren igual o más que antes.

- Todo eso ya es pasado y ahora el reto es enorme: clasificarse para el próximo Mundial. Irak sólo lo consiguió en 1986, también en México, y usted ni había nacido.

- Efectivamente. Yo ni había nacido (llegó al mundo tres meses después) cuando Irak fue al Mundial de México'86. Con la ampliación del número de equipos en el Mundial 2026, la esperanza era poder clasificarnos y con esa intención se firma a Jesús Casas. Es el objetivo fundamental. En Asia entran dos o tres selecciones más, aunque sabes que algunas no fallan nunca, salvo catástrofe, como son los casos de Corea del Sur, Japón, Arabia Saudí, Irán, Australia... Pero quedan otras opciones para meter cabeza.

Hemos pasado la fase anterior tras ganar todos los encuentros ante Indonesia, Vietnam y Filipinas. Ahora viene una fase complicada, pero estamos preparados para ello.

- ¿Es difícil competir ahora en una zona tan caliente por los conflictos bélicos? ¿Existe intranquilidad?

- Cuando empezó la guerra en Israel nos cogió en Jordania, que está cerca. También nos cogió un momento de vuelo al regresar desde España entre los ataques entre Israel e Irán. Obviamente hay dudas y tienes intranquilidad, pero en Irak ves a la gente muy tranquila. En la Embajada española nos hablan de calma. Si nos toca algún rival de esos no sabemos cómo ira, pero por ahora todo está tranquilo en Irak.

- ¿Os habéis planteado salir de Irak en alguna ocasión debido a esa situación?

- No nos hemos planteado marcharnos por ese tema. Sí nos planteamos irnos unos días a España o regresar más tarde desde España si nos cogía allí cuando la situación se percibía tensa y complicada. No hemos percibido una situación grave en Irak para decir que no se pueda estar. La Embajada nos informa y nos tranquiliza. Confiamos en ella.

- ¿Y si llega alguna oferta golosa de algún club o selección?

- Son decisiones complicadas, con la posibilidad de jugar un Mundial a las puertas, sobre todo para Jesús Casas que es a quien le llega la oferta. Por ejemplo, si sale la opción de Corea del Sur pues sabes que también puedes jugar un Mundial. Si lo haces con Irak es bonito por el proceso. De todas formas, si llegara una oferta sería Jesús el que decidiría. Se vería el tema deportivo, económico, familiar...

Con un club pues pasaría lo mismo, pero prefiero centrarme en lo actual porque no se puede predecir el futuro.

- De buenas a primeras le llega un encargo: acudir a los Juegos Olímpicos como segundo entrenador de Irak. ¿Cómo recibe la noticia?

- Imagínese. El presidente de la Federación de Fútbol de Irak se puso en contacto con Jesús Casas y quería que él asesora a la selección olímpica con la presencia de algunos miembros del cuerpo técnico de la absoluta en la olímpica. Vamos David Valle como entrenador de porteros y yo como segundo entrenador. Estar en los Juegos Olímpicos es una experiencia única para cualquier deportista. Tenía que aceptarlo porque no sabes si otra vez tendrás esta oportunidad.

- Ucrania, Argentina, Marruecos... ¡Vaya grupito tienen!

- Sabes que cualquier rival sea duro. Y nos tocaron Ucrania, Argentina (entrenada por Mascherano) y Marruecos. Es difícil, pero a un partido puede pasar cualquier cosa. Hay que jugarlos.

- Por cierto, ¿cómo ve a la selección española de fútbol en los Juegos Olímpicos? ¿Tiene opciones de medalla?

- Claro que sí. Ves a España y la mayoría de los jugadores juegan y son importantes en LaLiga y en equipos top. Algunos incluso han estado en la Absoluta. Santi Denia tiene muy buen bloque. Eso es fruto del trabajo de muchísimos años. Claro que pueden ganar, pero son competiciones en las que los detalles pueden marcar encuentros.

- ¿Cómo imagina esa ceremonia de inauguración?

- No sé si podremos estar en la inauguración de los Juegos Olímpicos en París porque la competición de fútbol se inicia antes y jugamos en Lyon y en Niza. Antes nos concentramos en Burdeos. Me encantaría estar allí. Sería inolvidable.

- Cada vez más jugadores de Asia dan el salto a Europa. Se está haciendo un buen trabajo allí, ¿verdad?

- Así es. Muchos de ellos tienen nivel, pero está el problema de la adaptación. Para recomendar a un futbolista de allí hay que ver el entrenador que va a tener, la alimentación, el idioma, los hábitos...

Ahora bien, también es diferente cuando un jugador ya se ha formado en Europa. Aiham Ousou, por ejemplo, venía de Suecia y eso se notaba. Los 'europeos' que representan a países de Oriente lo traen casi de serie. Con los que no han salido de allí es una enseñanza diaria. Es un proceso de adaptación. Talento hay, pero necesitan aclimatarse.

- Antes de terminar con la entrevista, y aprovechando que conoce al dedillo el fútbol internacional. ¿Con qué se queda de la actual Eurocopa?

- De la Eurocopa de Alemania me quedo con la gran sensación que ha causado España. No había gran ilusión en la afición antes de empezar, pero se lo están ganando a pulso. Eso sí, hay que tener los pies en el suelo porque un mal partido te manda para casa.

Además, Inglaterra, aunque no ha empezado especialmente bien, pues tiene un equipo fuerte y lleva competiciones ahí a las puertas; Alemania siempre suele ser fiable y además juega en casa, Francia tiene un plantillón, Italia siempre está ahí aunque llega con una selección joven... Son equipazos. Y también hay algunos tapados. Me gustó mucho Turquía en el estreno. No va con presión y quién sabe.

De todo esto me quedo con una teoría: cada partido es muy difícil y ganar a cualquier rival no es tarea sencilla. Te cuesta la misma vida. Las diferencias se acortan debido al nivel físico donde todo está igualado y al nivel táctico defensivo, pues los equipos cada vez defienden mejor.

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