«Fandangos y tonadillas»: qué fantástica esta fiesta
La Compañía Nacional de Teatro Clásico y la Compañía Nacional de Danza se unen en un espectáculo que recupera un género teatral genuinamente español y casi totalmente olvidado
Filomena ha reducido a dos sus representaciones en el Teatro de la Comedia (ayer sábado y hoy domingo), pero « Fandangos y tonadillas « es un espectáculo que recupera un género apenas transitado en nuestros escenarios, pero que es el germen de otro con mucho más desarrollo: la zarzuela.
Hay otro componente interesante, y es la primera colaboración entre dos instituciones hermanas (pertenecen las dos al Ministerio de Cultura y Deporte): la Compañía Nacional de Teatro Clásico (CNTC) y la Compañía Nacional de Danza (CND). Bajo la dirección de escena de Laura Ortega y la dirección musical de Alicia Lázaro , y con las coreografías de Mar Aguiló y Pau Aran , se unen en el reparto actores, cantantes, bailarines y músicos: María Hinojosa, Cecilia Lavilla, Rafa Castejón, Ángel Ruiz, Alicia Lázaro, Sara Fernández, Yoko Taira, Iker Rodríguez, Mar Aguiló, Isaac Montllor, Beatriz Amezúa, Marta Mayoral, José Ignacio Gavilanes, Silvia Márquez y Laura Salinas. El espectáculo incluye música de Luigi Boccherini, Blas de Laserna, el Padre Antonio Soler y Luigi Marescalchi.
Asegura Laura Ortega que «nuestra propuesta incorpora al repertorio de la CNTC el legado dramatúrgico, dancístico y musical del siglo XVIII « (una época también revisada por la compañía en su espectáculo »La comedia de maravillas«, actualmente también en cartel).
La tonadilla escénica es un género teatral-musical genuinamente español. El profesor de la Universidad de Cádiz Alberto Romero Ferrer dice que «sobre la base de la canción y una estructura en principio tripartita, constituye una de las formas más representativas del teatro nacional del periodo junto con el sainete lírico, frente a la opereta de ascendencia francesa y la ópera cómica italiana. Había en la tonadilla escénica además un sustrato sonoro que procedía de la danza teatral de influencia popular: fandangos, boleros, seguidillas, polos y tiranas que, de los ambientes populares de la fiesta y la taberna, darán el salto a las tablas de la escena para asumir un fuerte protagonismo que se prolongará además hasta la primera mitad del XIX, tanto en las funciones exclusivas de teatro en verso como en las misceláneas«.
Fue creada para entretener a los espectadores durante los intermedios de las comedias. «La comedia española tenía siempre tres actos -explica Alicia Lázaro directora musical del espectáculo-, y existia la costumbre de intermediarlas con pequeños números teatrales que solían concluir con alguna canción o tono. Entre el primer y segundo acto se representaba un entremés, y entre el segundo y tercero, un sainete. Las primeras tonadillas , acompañadas generalmente a la guitarra, servían de cierre de alguna de estas partes. Luis Misón (compositor, y oboísta de la Real Capilla) renovó el género e introdujo el acompañamiento orquestal, con lo que las tonadillas cobran mayor entidad. Se cantaron entonces dos tonadillas, una tras el entremés y otra tras el sainete«.
«Fandangos y tonadillas» utiliza una tonadilla versionada, «El italiano fingido», de Don Ramón de la Cruz , como hilo conductor. Cuenta la propia Laura Ortega: « En su centro está la fiesta : el espacio sobre el que se repliega la ciudad, lugar de encuentro y de partida de un grupo de personajes empeñados en pasárselo bien, cada cual a su manera. Les falta, para poder hacerlo, un tenor. Tomás, aficionado a la ópera, se hace pasar por un profesor de canto en una velada musical. El público, ruidoso y descontentadizo, siempre próximo a desbocarse, como temían los ilustrados, se hace cómplice de este engaño: reclama del teatro el placer de divertirse con los demás, aunque sea de manera poco ordenada«.
Para la directora, «en los bailes, la música y los retratos de costumbres del sainete y la tonadilla se fragua la idea moderna de un teatro contemporáneo «. »Fandangos y tonadillas«, insiste, quiere ser una pequeña fiesta, donde la danza y el teatro se encuentran con la música para preparar el gran camino que recorrerán juntos en las épocas venideras».
Noticias relacionadas