DARÁN QUE HABLAR
Ana Barriga: «Confío en la posibilidad y necesidad de reinventar la pintura»
Si en el recreo prefería zanahorias a bocadillos, está de enhorabuena. Es usted en potencia una artistaza de la talla de Ana Barriga, que busca retorcer la pintura desde la razón y desde el humor. Ella es ya de las que «Darán que hablar»
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Nombre completo: Ana Barriga Oliva. Lugar y fecha de nacimiento: Jerez de la Frontera, 1984. Residencia actual: Sevilla. Estudios: Licenciada en Bellas Artes, especialidad de pintura. Grado superior en Artes aplicadas a la piedra. Grado superior en Artes aplicadas al diseño de mueble. Grado medio en Ebanistería Artística. Máster en Arte Idea y Producción. Ocupación actual: Me dedico plenamente a desarrollar mi trabajo artístico.
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Qué le interesa. Me interesa la necesidad del ser humano por crear y hacer con sus manos, una pulsión casi instintiva llevada a la pintura en forma de aptitud como medio para interpretar y conocer mi entorno desde una visión personal. Utilizo objetos de mi entorno como son figuras de cerámica, ornamentación, juguetes u objetos de recreo, para la creación de imágenes que reflexionan sobre el peso de lo ornamental en nuestra cotidianidad y su caducidad. Todo esto siempre desde un carácter lúdico y festivo. Trato de encontrar el equilibro entre la razón y la emoción, por eso creo encontrarme bien en el ámbito de juego, porque necesita pasión pero también es fruto del conocimiento. Sería como el punto intermedio entre ambas cuestiones. La representación de estos objetos se complementa con una intervención lúdica y una visión sarcástica e irónica hacia el objeto en sí.
Este es el «selfie» que nos dedica Ana Barriga- A. B. Dónde está cuando no hace arte. Pertenezco al grupo de investigación del departamento de pintura en la facultad de Bellas Artes de Sevilla, donde nos reunimos con frecuencia y planteamos proyectos. También he participado en conferencias propuestas por el colectivo SCAN (La Carolina, Jaén), la Facultad de Bellas Artes de Sevilla o el I Congreso Internacional de Arte Contemporáneo (Sevilla).
Le gustará si conoce a... Es difícil seleccionar a un solo referente, pues continuamente voy descubriendo artistas; intento estar atenta a lo que ocurre. Pero sí es cierto que el hecho de haberme formado en la ciudad de Sevilla ha hecho que fijase mi mirada en los artistas más cercanos como son Rubén Guerrero, Miki Leal, Cristóbal Quintero, José Miguel Pereñiguez, MP&MP Rosado, Curro Gónzalez, Patricio Cabrera o Abraham Lacalle, entre otros.
Trato de encontrar el equilibro entre la razón y la emoción. Por eso creo encontrarme bien en el ámbito de juego, que necesita pasión pero también es fruto del conocimientoQué duda cabe que, convivir con una generación que manifiesta el éxito de la pintura te hace pensar que puede ser asequible vivir del arte. Hay referentes que siempre llevo conmigo, en una especie de pastiche entre lo clásico y lo contemporáneo, como son Chantal Joffe, Caravaggio, Goya, John Baldessari, Folkert de Jong o Sanchez Cotán, entre otros. También sigo muy de cerca a mis colegas de generación de los que destacaría a Javier Palacios, Mercedes Pimiento, Gloria Martín, Bea Sánchez, Herrera&Thuillier, Sonia Espigares, Manuel Bellido o los hermanos Valverde, algunos de ellos, pese a su juventud y corta trayectoria, pienso que «darán mucho que hablar».
¿Qué se trae ahora mismo entre manos? Estoy preparando la beca de La Térmica, que consiste en una residencia de cuatro meses compartida con cinco artistas de diferentes disciplinas. Durante esta estancia tienes que producir obra que, además de exponerse en este espacio, a finales de año se exhibirá en China. Participo con el proyecto titulado «Viva el vino», que trata de revisar la naturaleza muerta a través de la pintura. Una muestra que utiliza el bodegón de manera metafórica para hablar de la lucha contra el paso del tiempo y que ofrece una nueva reflexión sobre el propio ser humano a través de una iconografía clásica. En mayo participo en una colectiva en Las Naves (Valencia) y a final de este año tendré mi primera individual en Espai Tactel (Valencia). Pero aún no sé que proyectos llevaré.
¿Cuál es su obra favorita hasta el momento? Pienso que para sentirte orgullosa de un proyecto tiene que haber pasado el tiempo y que este no se desfonde. Pero me atrevería a decir, pese a que el tiempo no nos ha otorgado la distancia suficiente como para analizar lo acontecido, que los proyectos con los que me he sentido más cómoda podría ser «Hablemos de mañana», para Casa Leibniz en Madrid, y el más reciente que realicé para mi ultima individual titulada «El hombre y la madera».
¿Lo más raro que he echo en arte? Colorear una parte de mi cuerpo y frotarla contra el suelo, en medio de una calle cortada al tráfico en el centro de Londres... Para otra artista«Hablemos de mañana» investiga sobre las interrelaciones entre el objeto y el espacio en el cual es representado, llevado a la pintura con objetos cotidianos que pudieran habitar ese espacio, atendiendo a la idea de camuflaje no cómo perdida del objeto, sino como integración del mismo en el entorno. Por su parte, «El hombre y la madera» utiliza como pretexto la necesidad innata del ser humano por crear y hacer visibles sus mitos, donde la madera se convertía en el recurso principal para ello. Una pulsión creativa que trataba de representar los juegos producidos entre el espíritu y la mano como mecanismo para conocer e interpretar mi propio conocimiento del entorno.
¿Por qué tenemos que confiar en ella? Porque confío en la posibilidad y la necesidad de reinventar la pintura. Soy consciente de la dificultad del reto y, de momento, me excusa mi corta trayectoria; pero os aviso: amenazo con intentarlo, y además soy de pueblo. Ya se sabe: la gente de pueblo miramos a los ojos cuando hablamos.