Cádiz CF
Donde solíamos
La derrota en Albacete ha venido a confirmar, de manera abrupta, la imperante mediocridad que nos envuelve
Al margen de un plantel desequilibrado, lo que ha mermado el rendimiento del equipo también ha sido el ínfimo nivel ofrecido por algunos jugadores que estaban llamados a marcar la diferencia
Golpe de realidad
Lo que va de ayer a hoy

Por si aún cabía alguna duda, tras el frenazo en seco que supuso el inesperado empate en casa frente al Castellón, la abultada y merecida derrota del pasado domingo en el Carlos Belmonte ha venido a confirmar, de manera abrupta, la imperante mediocridad que nos envuelve.
Una temporada, que ya se advirtió que podría tornarse extremadamente larga desde aquella fatídica primera jornada en la que caíamos con sonrojo y estrépito ante el Zaragoza. Y a pesar de cumplimentar este positivo ciclo de diez partidos sin perder, la realidad sigue siendo tozuda y las consecuencias de lo que tan mal se confeccionara en pretemporada se padecen ahora, que aún restan más de dos meses de competición y ya casi no existen opciones reales de alcanzar los puestos de 'play off'.

Al margen de un plantel desequilibrado, lo que ha mermado el rendimiento del equipo también ha sido el ínfimo nivel ofrecido por algunos jugadores que estaban llamados a marcar la diferencia. Entre ellos, destacan tanto el indisciplinado Kouamé como el internacional Brian Ocampo, en los que había depositadas muchas esperanzas. El uno para poner orden y calidad en el centro del campo y el otro para desbordar en banda con su regate y su demostrada habilidad. Pero ni uno ni otro han ofrecido casi nada. El africano ya abandonó el club y al uruguayo aún lo seguimos esperando.
También se esperaba mucho más de Fali, del que creímos que asumiría galones de veterano y que ofrecería un rendimiento mejor y mucho más regular. Con todo, la sempiterna decepción vuelve a venir con los hombres de vanguardia, donde hasta el mismo Gaizka Garitano llegó a reconocer que faltan elevadas dosis de calidad y donde al permanente querer y no poder de Chris Ramos y Roger Martí se ha unido la nueva nulidad goleadora de Carlos Fernández.