Valencia - Cádiz
(Previa) El Cádiz CF, ante una ocasión única
Cervera y sus muchachos acuden a Mestalla en busca de algo positivo en un mar revuelto para los de Javi Gracia
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Lo mejor de todos es que están advertidos. Y sobre todo, que lo está el que manda sobre la cubierta, el capitán. Porque el barco del Cádiz CF avanza aparentemente entre la tranquilidad aunque entre una intensa neblina que le ha hecho zozobrar y detenerse en varias ocasiones aprovechando lo felizmente navegado con antelación.
De ese peligro, y del que viene, lleva percatándose desde hace un tiempo el entrenador, quizas por ello la velocidad de crucero ha menguado. Por la paciencia, por la cautela, por el miedo y la responsabilidad, pero sobre todo porque el mar se ha puesto como se vaticinaba allá por septiembre, bravo, muy bravo . Tan bravo y revuelto que ni siquiera en las aguas de la aparente calma que rodea al equipo en la clasificación Cervera y sus grumetes se han podido tomar tranquilos unas uvas que se les ha atragantado a un oficial que el armador ha tirado por la borda.
Óscar Arias ya es pasado en una tripulación que siempre lo vio con recelo por aquello de su animadversión con el capitán. Y claro, su salida ni ha empeorado la situación ni la ha mejorado. El que fuera director deportivo apenas se metía en un vestuario donde ni se le escuchaba, ni se le mencionaba más que para los buenos días y las buenas tardes.
Así las cosas, Cervera, el único que francamente ha salido ganando tras el despido de alguien que no le hacía ni sombra, afronta un final de la primera vuelta con la intención de poder sumar al menos cinco puntos de los nueve que restan por disputarse. De sumarlos, acabarían la ida con 24 puntos, cuatro más de los 40 donde muchos sitúan la permanencia. Pero claro, esos puntos todos saben que son engañosos ya que seis de ellos (los sumados ante Real Madrid y Barcelona) difícilmente se podrán volver a sumar en la vuelta.
Pero antes de coger la calculadora en enero, que ya habrá tiempo para ello, lo más importante es recuperar unas sensaciones que se perdieron en Balaídos y tras la victoria ante el Barcelona. Ese azúcar envenenado que como diría Manuel Vizcaíno no ha venido muy bien a la psicología del grupo. No obstante, esta visión del patrón, correcta o no, no debe verse como algo fidedigno puesto que al Cádiz CF realmente le ha pasado lo que le tenía que pasar.
Por eso mismo, porque esta zozobra ha llegado en diciembre y no en septiembre es por lo que debe alegrarse un presidente que este mercado de invierno debe arreglar todo lo que no hizo en verano . El equipo es el que es y la lectura es sencilla: O lo dota de tres o cuatro refuerzos verdaderos y que cambien la cara al once o este barco se hunde después de irse a la deriva trágicamente y tras lo mucho conseguido.
Que eso ocurriera sería un auténtico desastre. Y no porque el Cádiz CF descienda; lo sería porque no es lógico que lo hiciera después de un arranque liguero mejor que el de muchos equipos de más categoría por historia y palmarés.
De todas las cosas que ha hecho el presidente lo más honroso, sin duda, es que se haya desprendido del paraguas que lo protegía . También es verdad que poco lo usaba. Ya en verano, y a pesar de contar con director deportivo, se quedó al descubierto dejándole al entrenador un equipo muy similar al de Segunda y dando la cara después de un muy decepcionante mercado de verano que apenas había contado con tres fichajes más o menos aceptables pero muy lejos de los que se esperaba.
Pero Vizcaíno es canchero y no da la cara porque el guión se lo pide, sino porque le gusta . Y ahora mismo es la suya la que está en juego dado que al entrenador poco o nada se le puede pedir más de lo que ya ha hecho. Por tanto, o el sevillano arregla y refuerza verdaderamente al equipo en este mercado de invierno o es muy posible que se la partan (metafóricamente) en el caso de que los hombres de Cervera no puedan seguir sacando petróleo de donde no lo hay.
Sin embargo, el calendario ha querido que los de Cervera puedan seguir sacándolo este lunes en Mestalla, donde llegan para visitar a un rival histórico pero malherido y entrenado por un viejo conocido que no suele gestionar bien situaciones incómodas como la que vive en el banquillo che. El Cádiz CF rinde visita a un Valencia en zona de descenso y en plena guerra civil con su directiva. Los de Javi Gracia acaban de perder ante el Granada y sobra decir que necesitan imperiosamente la victoria y son esas necesidades de las que debe aprovecharse un Cádiz CF que se refugiará con un once defensivo para sacar ventaja de los errores ajenos.
Por eso mismo, y tal como hiciera Cervera en San Mamés, medita la posibilidad de sacar de entrada a dos laterales en la banda derecha. Así pues, Akapo volvería al once mientras Iza (ante la ausencia de Salvi por Covid) sería el hombre más ofensivo de un carril que estará más sujeto. Fali y Jonsson volverían al centro del campo y Álex sustituiría en banda izquierda a Perea dentro de un once en el que Negredo y Lozano repiten en ataque.
