Cádiz CF
Enfados en el paraíso
Cervera no pasa por alto las malas actuaciones pese a los buenos resultados y la holgada situación en la tabla
La crónica del Valladolid - Cádiz
Fue el primero en parar el carro cuando lo vio embalado . Y no se equivocaba. El cadismo veía como su equipo era capaz de ganar al Madrid, al Athletic y al Barcelona y, claro, se ilusionó. Y mucho. Pero al frente del Cádiz CF había y hay un entrenador que sólo se deja convencer por la realidad, con la que él convive día tras día. Y sí, porsupuesot que no le quitó la alegría al personal pero lo previno de que esto sería muy complicado aunque parezca que no lo está siendo.
Cervera acostumbró a los suyos a bajar los pies al suelo después de esas victorias consecutivas fuera de Carranza que lanzaron al cadismo a pensar que este año quien sabe qué podría ocurrir. Pero nadie mejor que el técnico cadista para prevenir que el año sería duro y complicado. Y se equivocaba a medias, pero en el fondo llevaba y lleva razón.
Porque llegó el ‘Tourmalet’ y esa arranque de la segunda vuelta ante equipos punteros de la Liga y las cosas se pusieron negras. Que si los árbitros, que si goleada por aquí y por allá. Pero otra vez Cervera fue el único que los árboles no le impidieron ver el bosque. Se aisló del clima anti-arbitral existente en el entorno y se dedicó a concienciar a los suyos de que esas excusas no valían para explicar tantas derrotas (y abultadas) consecutivas. Tampoco de desanimó más de lo corriente pues era algo que hasta cierto punto entraba en los planes el hecho de caer ante Sevilla, Real Sociedad, Athletic, Atlético, Betis o en Barcelona, donde se empató en plena crisis.
Un discurso sensato y responsable
Cervera siempre ha sabido leer lo mejor que le venía a los suyos . Los ha abroncado cuando pocos lo hacían y los ha felicitado cuando menos honras merecían. En su papel de ‘coach’, el técnico cadista es auténtico crack y bien vale su palabra para medir en todo momento la moral de un equipo que ni en los peores momentos se dejó vencer por muy mal que viniesen dadas
Pero al igual que sube la carita de los suyos cuando no lo merecen, también se las baja cuando se creen que estar en el buen camino pese a no estar jugando como se entrena. El Cádiz CF parece medio salvado y es más que probable que consiga la permanencia incluso antes de las tres últimas jornadas. Y eso, visto así y en un club tan sufridor como el gaditano, está claro que es lo más parecido al paraíso.
De hecho, y visto lo visto, muchos sueñan con que el bloque confeccionado por Cervera pueda conseguir batir el récord de la 87/88, temporada en la que se consiguió el mejor puesto de la historia (12ª) en Primera de la mano de Víctor Espárrago, al que le valió ese ejercicio para entrenar a equipos como Valencia, Sevilla o más tarde Albacete.
Por todo ello, el clima balsámico en el que vive el cadismo este año es para enmarcar a falta de sellar la permanencia. Pero es eso precisamente, la salvación, lo que le quita el sueño a Cervera. Y por ello mismo, no ha querido ni querrá bajar el nivel de su autocrítica al equipo cuando cree que la merece.
Y es que el Cádiz CF, a pesar de caer con la mayor lógica del mundo ante todo un Real Madrid que venía a jugarse la Liga en Carranza, no se ha librado de los azotes de su entrenador a cuenta de los errores cometidos, que no permitidos por el señor de las gafas. No sólo se ha quedado ahí Cervera, que no contento con el punto sumado ante un rival directo como el Valladolid también la emprendió con los suyos –por muchos suplentes que hubiera sacado– debido al pésimo primer tiempo que jugó ante el conjunto de Sergio González, que bien es cierto perdonó la vida a los jugadores cadistas.
Y es que a pesar de caer ante el Real Madrid de Zidane, Cervera se fue de Carranza muy molesto por el partido de su equipo . Ni la categoría del rival podía servir de justificación para el técnico, pues su equipo cometió una serie de errores que le condenaron y eso no lo quiso olvidar en el tintero. «Queremos hacer otra cosa y nos meten un 0-2 en el que se acaba el partido y ahí la cabeza se nos va del encuentro», manifestó ‘herido’ por «regalar» el partido al conjunto merengue. Y es que si hay algo que le molesta a Cervera es que se fallen en cossas por cuestión de actitud y concentración en jugadas que se han trabajado. «Son penaltis que están más en la concentración que en el juego. El año pasado perdimos tres partidos seguidos por tres penaltis y esas cosas van más en la cabeza que en el juego», señaló sobre la pena máxima que cometió Iza sobre Vinicius. Y remató diciendo que «a partir del minuto 30 estaba muy enfadado. Hemos hecho todo lo posible porque ellos lo tuvieran más fácil. Los dos primeros goles se los hemos fabricado nosotros».
Críticas a juego de los suyos
Sin haber olvidado aún la derrota ante el Real Madrid, Cervera ignoraba su realidad y daba carta blanca en Valladolid con un once repleto de jugadores de la Unidad B. Y claro, las cosas no salieron en el primer tiempo tal y como reprendió en la rueda de prensa posterior al choque. «El punto es muy positivo tras la primera parte en la que nos han podido marcar dos o tres goles. Nos han pasado por encima en todo», comenzó diciendo en tono de enfado. «Me gustaría saber por qué hemos jugado así la primera parte», se preguntó un entrenador que no piensa en bajar el nivel de exigencia en estas seis jornadas restantes para culminar una temporada en la que ha alternado discursos duros con otros menos fuertes aunque siempre bajo una responsabilidad muy ligada a la sensatez.
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