Industria Aeronáutica
La agonía gaditana de Airbus Puerto Real
Historia de una movilización por reanimar una planta que estaba muerta desde hacía tres años
La primera hoja de ruta de la compañía recogía su cierre o venta, pero la presión ha llevado a la fusión con la de El Puerto
La plantilla de Airbus Puerto Real y de la industria auxiliar aeronáutica de la Bahía de Cádiz han vivido cinco meses de vértigo reanimando a una factoría que, según la propia empresa, llevaba muerta desde hacía varios años. Concretamente perdió el pulso en 2019 , justo cuando se anunció la cancelación definitiva del avión A380, buque insignia de la planta gaditana. El efecto del coronavirus le apagó para siempre su latido después de 33 años de vida.
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Airbus optó hace dos años por no cubrir la ausencia del A380 con otro programa aeronáutico dejando así a las instalaciones gaditanas con la carga justa de trabajo que aportaban los programas A350, A320 y A330. Mientras tanto, invirtió en la ampliación de su complejo en Getafe (Madrid) y en nuevas líneas de montaje para el A321 XLR en la planta francesa de Saint Nazairé . La situación de productividad, por tanto, dejaba a la planta gaditana en una situación muy complicada de supervivencia debido a su baja competitividad, a sus altos costes de mantenimiento y a la escasa producción asignada. Con estos ingredientes, la factoría empezó a escribir la crónica de una muerte anunciada, que la ha adelantado en el tiempo la irrupción del coronavirus. Los efectos que ha tenido la pandemia en las aerolíneas comerciales, con la paralización de los vuelos y la cancelación de sus inversiones para la renovación de flota, pusieron a Airbus al borde del precipicio económico. El gigante aeronáutico se vio obligado a acelerar un plan de contingencia para taponar la hemorragia de pérdidas. En 2020 Airbus perdió 1.133 millones de euros.
De los despidos al ERTE
Con este panorama, la compañía puso sobre la mesa en abril un severo plan de ajuste que, finalmente, se suavizó en septiembre. Las primeras medidas que planteó Airbus en la primavera de 2020 fueron estructurales con un anuncio masivo de despidos . En la provincia de Cádiz afectaban a 286 trabajadores, de los que 151 eran de la planta de Puerto Real y 135 de la factoría de El Puerto. Al final, en octubre, se abordaron estas medidas desde el ámbito coyuntural, lo que permitió llegar a un acuerdo mucho menos traumático . El nuevo plan social aprobado en octubre con el apoyo solo de dos sindicatos, CC OO y ATP, -la central UGT se negó a firmar un documento que no garantizaba la viabilidad de la planta de Puerto Real- recogía prejubilaciones a partir de los 59 años con una garantía de hasta el 85% del salario bruto, además de un convenio con la Seguridad Social hasta los 63 años y un complemento de 20.000 euros.
La incógnita ahora es saber cómo afectará el traslado de empleo y producción a la industria auxiliar
También se contemplaban las bajas incentivadas y excedencias incentivadas por un periodo de cinco años. Se retomaron los ERTEs tanto en el área de Operaciones (Puerto Real), como en Defensa, (El Puerto). En el caso de esta última, se acordó una regulación temporal de empleo desde el 3 de noviembre de 2020 hasta el 31 de diciembre de 2021, mientras que en Puerto Real se logró extender posteriormente hasta junio de 2021. Con estas medidas se evitaron los despidos anunciados, pero detrás estaba el fantasma del cierre de Puerto Real, que aún no había salido a escena
Los primeros en advertir de la difícil situación que se venía encima fue, precisamente, el sindicato UGT, que en diciembre de 2020 denunció el desmantelamiento progresivo de la planta a raíz de la convocatoria de traslados de 50 montadores a la planta sevillana de San Pablo.
Pero la sentencia llegó el 17 de febrero de 2021. El CEO de la división civil de Operaciones, Michael Shöllhorn , trasladó al Comité Intercentros de la compañía en España la necesidad de tomar una solución definitiva con una planta que «no ha sido ni será competitiva». Ante esta situación, el alto ejecutivo de Airbus destacó que eran incompatibles dos plantas en la Bahía de Cádiz. Con esta declaración, el CEO invitaba a los representantes de los trabajadores a buscar la mejor solución y a no perder el punto de vista industrial y de futuro.
La dirección de Airbus, pese a todo, sostenía que podía haber soluciones para garantizar la mayor parte de la carga de trabajo en Cádiz y mantener el empleo, pero veía muy difícil esta posibilidad con la actual organización y con las cargas de trabajo existentes. Reconoció que dos factorías eran inviables.
Plan de rescate
El anuncio del CEO de Operaciones de Airbus se produjo, precisamente, dos semanas después de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez , y el máximo responsable de la compañía aeronáutica, Guillaume Faury , mantuvieran una reunión en Moncloa para pactar un plan de rescate para el sector aeronáutico español. Se trataba del plan de ayudas anunciado en julio de 2020. En aquella reunión, Faury pidió que se impulsara desde el Ministerio de Defensa la compra de aviones militares y que se pusieran en marcha ayudas dirigidas a relanzar la actividad comercial. La dotación del denominado Plan Tecnológico Aeronáutico (PTA) sería de 185 millones de euros hasta 2023.
La crisis de Airbus en la Bahía ha destapado también una división sindical sin precedentes
Así, representantes de los ministerios de Industria, Trabajo y Defensa, la SEPI, CC.OO., UGT y la Asociación Española de Tecnologías de Defensa, Seguridad, Aeronáutica y Espacio (TEDAE), acordaron dar luz verde a un Plan de Choque para el sector aeronáutico nacional a fin de mantener las capacidades productivas y el empleo en este sector estratégico para el tejido industrial español. El Plan se define en seis ejes de actuación: modernización de las plantas de producción, un fondo de apoyo a la cadena de suministro, un marco presupuestario estable, inversiones en I+D+i, apoyo a la formación profesional, y un compromiso por el empleo.
Sin embargo, este plan encerraba también algunos sacrificios . De hecho, Airbus ya había anunciado con anterioridad la necesidad de suprimir 1.500 puestos de trabajo en España ante la caída de la demanda de aviones civiles. Para ello, pactó con CC OO, un plan social con el ánimo de favorecer salidas no traumáticas y activó ERTEs.
Pero el punto de mira seguía apuntando a Cádiz. La situación de la planta de Airbus de Puerto Real ya venía enquistada . Junto con la de El Puerto, ubicada en el parque Tecnobahía, estaba considerada como «no esencial» para la compañía. De hecho, el presidente de Airbus Operations en España, Manuel Huertas , defendió en diciembre de 2020 el recorte de plantilla que la compañía tenía previsto llevar a cabo en las plantas del país porque era «una cuestión de garantizar la supervivencia» de la empresa, adaptándola a la reducción de la demanda provocada por la pandemia de coronavirus, que ha supuesto un fuerte varapalo para todo el sector aeronáutico mundial. Huertas manifestó entonces sobre la planta de Airbus de Puerto Real, que «ya tenía una situación complicada antes de la pandemia».
Movilizaciones
Desde que Airbus mostró su cartas sobre el futuro de la planta de Puerto Real, con una plantilla de 389 trabajadores, se han sucedido negociaciones, encuentros con políticos pero, sobre todo, movilizaciones en las calles . Una de las protestas más importantes tuvo lugar el 14 de abril cuando la plantilla de Airbus Puerto Real ocupó el principal acceso a Cádiz y se declaró un incendio en el pinar del Río San Pedro, que llevó a la detención de cuatro personas.
El 20 de mayo de este año Airbus anunció que cerraba una de las dos plantas que tiene en la Bahía de Cádiz: Puerto Real. El presidente de Airbus en España, Alberto Gutiérrez , señaló que era «económicamente inviable su mantenimiento».
A finales de 2020 el sindicato UGT denunció el desmantelamiento de la planta y en febrero de 2021 la compañía habló de cierre
El 25 de junio, el presidente Alberto Gutiérrez, dio un ultimátum para zanjar el conflicto . En su declaración explicó que con la llegada del Covid 19, Airbus se había visto obligada reducir la cadencia de producción hasta en un 40% de aviones de largo recorrido, que es la mayor carga de trabajo que soporta Puerto Real. De esta forma, una caída de la producción y una planta infrautilizada habían llevado a la compañía a buscar alternativas que pasaban por su venta o cierre y el traslado de la producción a otros centros de Airbus en España. La concentración de la productividad aeronáutica en la zona centro (Getafe y Illescas) era lo más viable, pero el diálogo entre el Ministerio de Industria y las federaciones de UGT y CC OO permitieron una alternativa viable, pero que, pese a todo, «no rentable para la compañía debido a los costes que supone». Es una propuesta social en favor del empleo y el mantenimiento de la carga de trabajo en Cádiz. Esa alternativa quedó plasmada en un borrador para su debate, que incluía el traslado de la producción de la planta de Puerto Real a la de El Puerto, así como su plantilla, con desplazamientos voluntarios a factorías de Sevilla y Madrid. Se adoptaba una medida transitoria como era la ampliación del ERTE a lo largo de junio.
El último o, quizás, el penúltimo episodio se escribió el pasado jueves cuando la dirección de la compañía presentó una nueva propuesta confirmando el traslado del empleo y la producción de Puerto Real a El Puerto y garantizado con ello los puestos de trabajo del área de producción en la Bahía y la carga de trabajo de los programas A35, A320 y A330. Queda ahora que los sindicatos acepten esta última oferta.