Los informes médicos indican que la posibilidad de tener un hijo después de ser sometida a una ligadura de trompas ronda el 0,5%. Un fallo casi anecdótico que afecta a una de cada 200 mujeres en el primer año y a una de cada mil pasados los doce primeros meses de la intervención. El caso de Jaqueline García, sin embargo, rompe toda estadística. Así, esta granadina de 37 años afincada en Málaga ha logrado dar a luz dos veces a pesar de haber sufrido la extirpación de un ovario, de una trompa de falopio y de haber pasado en dos ocasiones por quirófano -la última de ellas en el Hospital Clínico- para que le practicaran una ligadura de trompas.