MATRIMONIO. Jaqueline y Manuel, con una foto de sus dos hijos. / A. N.
ANDALUCÍA

Reclama tres millones al SAS por tener dos hijos tras una ligadura de trompas

Se quedó embarazada a los siete años de la intervención y, aunque volvió a ser esterilizada tras el parto, pudo concebir a su cuarto hijo Piden una ayuda económica porque dicen que sus planes de familia se han roto

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Los informes médicos indican que la posibilidad de tener un hijo después de ser sometida a una ligadura de trompas ronda el 0,5%. Un fallo casi anecdótico que afecta a una de cada 200 mujeres en el primer año y a una de cada mil pasados los doce primeros meses de la intervención. El caso de Jaqueline García, sin embargo, rompe toda estadística. Así, esta granadina de 37 años afincada en Málaga ha logrado dar a luz dos veces a pesar de haber sufrido la extirpación de un ovario, de una trompa de falopio y de haber pasado en dos ocasiones por quirófano -la última de ellas en el Hospital Clínico- para que le practicaran una ligadura de trompas.

Hace cuatro años, tras estos partos no buscados, Jaqueline se puso en manos de su abogado para reclamarle al Servicio Andaluz de Salud (SAS) una indemnización de tres millones de euros por la vía administrativa en concepto de daños y perjuicios. Ahora, la Administración andaluza acaba de emitir un dictamen facultativo reconociendo la rareza de los hechos. En el citado documento -al que ha tenido acceso este periódico- el SAS insiste en que la efectividad de las ligaduras no es del 100% y subraya que se aplicaron «las técnicas quirúrgicas adecuadas». Jaqueline, sin embargo, asegura que los médicos le recalcaron que el método era totalmente fiable y pide una ayuda económica para mantener a dos niños que, según destaca, «han roto todos sus planes de familia», dice. La historia de esta paciente se remonta al 28 de junio de 1993. Jaqueline acude al Hospital Virgen de las Nieves de Granada aquejada de fuertes dolores abdominales y fiebre a causa de una infección que, según relata, había sido provocada por un dispositivo intrauterino que tenía colocado desde hace años. «Después de tener a mis dos primeros hijos decidí seguir un método anticonceptivo. Al ser asmática, me dijeron que el sistema que me iba a venir mejor era el DIU», sostiene. Al persistir las molestias, cuatro días después, regresó al Hospital Universitario San Cecilio, donde, finalmente, los médicos decidieron realizarle una ligadura de trompas y la extirpación de un ovario. Tras la operación, Jaqueline pensó que su etapa de maternidad había finalizado. Siete años más tarde, sin embargo, llegó su primer sobresalto. Contra pronóstico, estaba embarazada. «Recuerdo que era una noche de principios de 2001. A Jaqueline no le bajaba la regla y empezó a sentir mareos. Entonces, me dio una corazonada y bajé a buscar una farmacia de guardia para comprar un Predictor. Para nuestra sorpresa estaba embarazada, de casi cuatro meses. Ni los mismos médicos se lo creían cuando le hicieron la ecografía», explica su marido, Manuel Santos. El 29 de agosto de 2001, Jaqueline dio a luz en el Hospital Clínico de Málaga donde le practicaron la ligadura de la trompa derecha y le extirparon la izquierda. «Cuando acabó la intervención el especialista me juró que ya no me podía quedar más embarazada, que era imposible», recuerda.

Segundo fallo

Confiada, Jaqueline siguió haciendo vida normal con su nuevo retoño. Hasta que la probabilidad del 0,5% la señaló con el dedo. Cuando apenas habían pasado nueve meses de su segunda ligadura, en junio de 2002, los médicos le confirman sus temores: otro embarazo se había cruzado en su camino. Desde entonces, esta pareja lucha por que el SAS le conceda una paga para poder criar a sus hijos. «Sólo pedimos una compensación porque no estamos preparados económicamente para atender a tantos niños. Nosotros no elegimos esta situación», recalca. Tras la contestación del SAS, Jaqueline espera la resolución final de su expediente, que actualmente se encuentra en fase de trámite.