El Tribunal Europeo de Justicia anuló ayer el acuerdo del Consejo de ministros de la Unión Europea del 17 de mayo de 2004, por el que se facultó a las compañías europeas de aviación civil para que suministraran datos de sus pasajeros a las autoridades de inmigración de Estados Unidos, así como la decisión de la Comisión de la UE de 14 de mayo de ese mismo año, homologando las garantías que ofrecen las autoridades norteamericanas, en el tratamiento de esos datos personales, a las condiciones de confidencialidad definidas en la Europa comunitaria.