Receta
Ensalada de rúcula y cuscús de cerezas: la receta original que se come con los ojos
La cereza es de las primeras frutas de hueso del año, y sirven tanto para acompañar platos dulces como salados
Estamos comenzando con la época de cerezas que se extiende de abril hasta agosto. Las cerezas más tempranas son las más pequeñas y con rabito, y esta época va de abril a julio y un poco más tardía, la picota , una cereza mucho más grande, crujiente, dulce y sin rabo, y que se da desde junio hasta agosto.
Esta fruta deliciosa, de las primeras frutas de hueso del año , es una fruta de bajo aporte calórico (unas 50Kcal. por cada 100 g.) siendo una muy buena fuente de fitonutrientes, vitaminas y minerales. Su riqueza en pigmentos se debe a los compuestos flavonoides polifenólicos conocidos como antocianinas. Las antocianinas son pigmentos rojos, azules y púrpuras presentes en muchas frutas y vegetales que se concentran especialmente en la piel y conocidos por sus importantes propiedades antioxidantes .
Ingredientes (para 2 comensales)
- Rúcula 100 gramos
- Sémola integral 100 gramos
- Cerezas 200 gramos
- Perejil fresco picado 1 taza
- Pistachos tostados 100 gramos
- Queso fresco de cabra 100 gramos
- AOVE 4 cucharadas
- El zumo de un limón
- Pimienta negra recién molida
Su tamaño, color y sabor dulce las hace irresistibles y es difícil parar cuando las tenemos a la mano. ¿Quién no se ha ido a la playa o de picnic con una buena bolsa de cerezas ? ¡Una merienda sencilla y deliciosa! Y es que esta fruta, al igual que fresas , mango o chirimoyas, entre otras, nos aportan un elevado grado de satisfacción y placer , habiéndose elevado su consumo en los últimos años.
Las cerezas son una alternativa fantástica a otros tentempiés poco o nada saludables que nos ofrece el mercado. Las cerezas pueden ser consumidas frescas o también emplearlas en diferentes platos como ensaladas, gazpachos, helados, granizados y en infinidad de preparaciones dulces como clafoutis o crumbles además de resultar deliciosas en un simple bol con yogur y granola.
Esta semana te traigo una ensalada diferente, de esas que puedes realizar con pocos ingredientes pero en la cual todos ellos encajan a la perfección: la rúcula le aporta un punto verde, picante y fresco, el apio crujiente e intenso, la cereza dulce , la cremosidad del queso y el toque a frutos secos que aporta el pistacho. Todo acompañado de sémola integral, un ingrediente muy fácil de preparar y que en poco tiempo te servirá para realizar tanto platos dulces como salados.
Preparación
Comenzamos preparando el cuscús. Para que quede perfecto, un buen truco es tostarlo a fuego medio en una sartén durante unos minutos hasta que comience a dorarse y desprender un característico aroma a cereal. Lo traspasamos a un plato hondo y lo hidratamos con el mismo volumen de agua hirviendo. Tapamos con otro plato y dejamos que se ablande durante unos minutos.
Mientras lavamos y picamos el apio y el perejil. Pelamos y picamos los pistachos tostados, desmenuzamos el queso fresco y deshuesamos las cerezas cortándolas en cuartos. Con la ayuda de un tenedor movemos el cuscús ya hidratado para que quede suelto.
En un bol grande mezclamos la rúcula con el cuscús ya frío , el apio, las cerezas, el queso desmenuzado, los pistachos picados y el perejil. Aderezamos todo con el zumo de limón el aceite de oliva y la pimienta negra al gusto. Removemos la ensalada para que se mezclen los sabores y servimos con un trozo de limón para quién le guste un punto extra de acidez y toque cítrico.
El sabor te sorprenderá y seguro que comienzas a usar cerezas en tus ensaladas. Las cerezas combinan especialmente bien con otros alimentos como la naranja , el limón, las almendras, los pistachos , la canela y la vainilla, el queso, el chocolate , los albaricoques, la menta o la albahaca. Y a ti... ¿también te gustan las cerezas?
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