Tendiendo puentes hacia la comunidad judia. Así ha comenzado el pontificado del Papa Francisco, que unas horas antes de oficiar su primera misa ha dirigido una misiva al rabino de la comunidad judía de Roma, Riccardo Di Segni, explicándole que espera contribuir "al progreso de las relaciones entre judíos y católicos". En concreto el pontífice asegura: "Espero contribuir profundamente al progreso de las relaciones que judíos y católicos mantienen desde el Concilio Vaticano II, con un espíritu de renovada colaboración al servicio de un mundo cada día más en armonía con la voluntad del Creador". El mensaje ya se ha publicado en la página web de la comunidad hebraica de Roma.
La misiva la ha enviado minutos antes de que oficiara su primera misa en la Capilla Sixtina con los 114 cardenales electores que le convirtieron ayer en el primer pontífice latinoamericano. A las 17.00 horas, Jorge Mario Bergoglio ha entrado en la capilla Sixtina, donde se ha desarrollado el cónclave de cardenales, vestido de blanco, con la mitra y el báculo. El resto de cardenales viste también de blanco, con la excepción del bonete rojo.
Francisco se ha situado detrás del altar de la Capilla y ha abierto la misa con la invitación a todos los presentes al acto penitencial, pronunciada en latín, con el fondo del fresco de 'El juicio final' pintado por Miguel Ángel. La misa se desarrolla en latín, con algunas lecturas en italiano. "Cuando caminamos, edificamos y confesamos sin llevar la Cruz de Cristo, obispos, cardenales, Papas, somos mundanos pero no discípulos de Cristo. Hay que tener el coraje de caminar con la Cruz del Señor y edificar la Iglesia sobre la sangre de Cristo y de confesar la única gloria: Cristo crucificado". Estas han sido las palabras de la primera homilía del PapaFrancisco con los cardenales en la Capilla Sixtina, que ha durado unos pocos minutos.
De forma didáctica y sin dejar de gesticular con sus brazos, el nuevo Papa se ha detenido en el elemento común de las dos lecturas y el evangelio: El movimiento en el camino, en la edificación de la Iglesia y en la confesión. "Caminar, edificar, confesar", ha remarcado. Así, ha comenzado explicando que el Señor invita a caminar en su presencia y ha recordado que "la vida es un camino y cuando se para, la cosa no funciona". "Quando ci fermiamo la cosa non va", ha indicado en italiano, idioma en el que ha pronunciado toda la homilía.
Además, ha subrayado que hay que "edificar la Iglesia, la esposa de Cristo sobre la piedra angular", no como los castillos de arena que hacen los niños que se derrumban fácilmente. Y confesar. "Podemos caminar y edificar todo lo que queramos pero si no confesamos ante Jesucristo, la cosa no funciona", ha añadido, al tiempo que ha subrayado que "quien no reza al Señor, reza a la mundanidad del diablo, al demonio".