Simon Clarke celebra la victoria. / EFE
Joaquim Rodríguez fue quien más beneficio sacó de la segunda llegada en alto de la Vuelta a España, en Valdezcaray, puesto que se colocó de líder, después de nueve kilómetros de subida en los que apenas se le vio. Descargó todo el trabajo en su equipo, pero no salió al ataque de Navarro, Contador, Nicolás Roche y Froome.
Katusha trabajó por detrás para anular esa fuga, en la que tanto Contador como Froome no mostraron mucho interés en llegar hasta la meta solos, puesto que el beneficio que podían sacar resultaba exiguo.
Era más el trabajo a realizar que los segundos que podían sacar en limpio. Mientras Valverde recibía la ayuda de Beñat Intxausti, que se había quedado fuera del grupo de cabeza, Igor Anton comenzaba a tener problemas y también tenía que ser protegido por varios de sus compañeros de equipo.
Valverde perdería 55 segundos, que es un tiempo importante, pero podía haber resultado peor. Igor Anton se dejaba 33 segundos. La subida estuvo marcada por el movimiento de Contador, que en cuatro etapas se ha colocado segundo en la general, a cinco segundos del líder, con Froome a un segundo. Entre ese grupo de los mejores se encuentran tres corredores del Rabobank, Mollema, Gesink y Ten Dan, que hasta el momento no han gastado muchas fuerzas.
Da la impresión, con una general tan ajustada, que nadie quiere coger la responsabilidad de tener que trabajar.
¿Quién va a trabajar?
Que Movistar se haya quedado sin el maillot de líder es un problema para Joaquim Rodríguez, Froome y Contador, porque ahora el trabajo se lo tendrán que repartir ellos, lo que significa ir desgastando corredores muy pronto.
La Vuelta a España, a diferencia del Tour, no va a tener muchos días de tranquilidad, aunque tampoco se esperaba que pudiese llegar un escapada en una llegada como la de Valdezcaray, y llegó.
No hay en estos primeros días de carrera etapas de media montaña abiertas a corredores que no sean los líderes de cada equipo.
A Movistar, que de momento es el único que ha solucionado la carrera, con dos triunfos y dos líderes, le dejaron todo el trabajo. Sorprendía esa manera de actuar, hasta que se vio lo que hizo el Sky provocando abanicos -se llegaron a formar hasta cuatro-, mientras que el Katusha actuó muy a la defensiva, como el Rabobank.
En 513,8 kilómetros que se llevan recorridos en cuatro días se puede decir que el podio se lo jugarán alguno de los cinco primeros de la general, aunque también después de llegar a Arrate parecían solo cuatro ciclistas los que se iban a disputar la prueba.
El único factor sorpresa ha sido la caída de Alejandro Valverde y la victoria de su equipo en la contrarreloj. Contador se limitó estar. Intentó aprovechar el mal momento de Joaquim Rodríguez, pero desistió. Y Froome da la impresión de que no entera de nada pero está siempre atento a todo.
La Vuelta a España se ha puesto calentita y el podio está ya imposible para casi todo el mundo, salvo que se produzcan caídas o situaciones muy extrañas ajenas a la propia carrera.