Las estaciones de esquí registran múltiples accidentes y lesiones cada en cada jornada que pasa. Se trata de uno de los deportes con mayor riesgo. Principiantes, aficionados a su práctica, e incluso expertos sufren caídas y daños. Las grandes velocidades que se alcanzan en pistas muy transitadas es uno de los principales motivos. Tanto como la fatiga, el desconocimiento o incluso la imprudencia. No se debe caer en un exceso de confianza, ya que en ciertas ocasiones las imprudencias pueden pagarse caras.
Factores de riesgo
Otra de las principales causas de ellos es la falta de calentamiento previo y estiramientos que se realizan tras una sesión de esquí. Se trata de una práctica poco habitual, pero que resulta clave para prevenir algunas lesiones. Muchas de ellas se sufren en las primeras bajadas, cuando los músculos aún se encuentran fríos; otras, con ellos cansados, en las últimas bajadas.
Todo ello se encuentra unido al estado de forma. Sin ser ciencia pura, la falta de preparación física es una de las principales causas para lesionarse. Otro de los factores de riesgo más habituales aparece en las mujeres, con una tasa superior a los hombres, así como en las personas de mayor edad, cuyo riesgo de lesión crece frente al de los más jóvenes.
No menos importante supone la calidad de la nieve, que igualmente puede llegar a producir múltiples lesiones. En caso de ser en polvo, es la más adecuada, mientras que la dura hace difícil mantener el equilibrio y aumenta el riesgo de caídas.
Superficies peligrosas
A la hora de deslizarse por la nieve, hay que tomar precauciones y evitar las superficies más peligrosas que podamos encontrar en cualquier estación de esquí. Algunas de ellas son:
-Capas de nieve pesada: En este espacio es muy común sufrir lesiones en las extremidades. Los esquís se quedan atascados en la nieve, lo que produce que la rodilla y el tobillo puedan sufrir daños al estar encajados y forzar un avance.
-Capas de hielo: Se trata de otra de las superficies en las que encontramos un grave riesgo, a causa de lo mucho que resbala el hielo. Las extremidades superiores, en este caso, son las que más lesiones sufren sobre este tipo de áreas.