Lisboa, capital portuguesa, la ciudad de la luz, de las siete colinas, del fado y de la saudade. En las últimas décadas se ha modernizado y ofrece a los turistas una combinación perfecta del mundo antiguo y actual, con lugares cosmopolitas sin perder su lado romántico. Hay lugares muy chic y de lujo y otros adaptados a los más bajos presupuestos. Es el lugar perfecto para pasar un fin de semana aunque se necesitan más días si se quieren conocer los alrededores. Y cualquier compañía es buena, ya sea tu pareja, amigos o incluso una visita en solitario. Lisboa enamora.
PRIMER DÍA
10.00 h. Praça do Comerço
La Baixa de Lisboa te permite descubir la historia de la ciudad a la vez que visitas tiendas, cafés y los muchos espacios alternativos que se encuentran por esta zona. El primer contacto con la ciudad puede ser la Praça do Comerço (Plaza del Comercio), la más importante de Lisboa. Fue construida donde estuvo situado el Palacio Real antes de ser destruido por el gran terremoto de 1755. Actualmente se compone de un conjunto de edificios porticados en tres de sus lados y está abierta en el lado sur, mirando al Tajo. Históricamente ahí llegaban los barcos mercantes y era la puerta de Lisboa.
Hoy en día puedes disfrutar de un buen desayuno, comida o cena (en alguno de los muchos bares y restaurantes) a la vez que contemplas la majestuosidad de la plaza. También tienes un punto de turismo donde puedes informarte de los horarios de los lugares que pretendes visitar y adquirir los billetes para los transportes. Además han inaugurado recientemente en esta plaza el Lisboa Story Centre, un equipamiento interactivo que nos cuenta, del pasado al presente, los principales acontecimientos de la ciudad.
Entre ellos, el terremoto que asoló Lisboa en 1755 y que en noviembre se cumplen 257 años de aquella fatídica fecha. En el centro de interpretación se puede sentir, a través de una experiencia envolvente, los efectos devastadores de la catástrofe natural que sufrió la capital portuguesa el día 1 de noviembre de 1755, y conocer todos los planos de reconstrucción de la ciudad y su evolución, de una forma lúdica y pedagógica gracias a los efectos especiales y las soluciones multimedia.
11.00 h. Rua Augusta
La calle peatonal de Lisboa por excelencia, llena de tiendas y terrazas, que conecta la Praça do Comerço con la Praça do Rossio. Esta otra plaza es un lugar de paso de turistas y lisboetas, donde se encuentra el Teatro Nacional Dona Maria II. Nicola es uno de sus café más conocidos, así como el de Suiça, y desde esta plaza tenemos una buena panorámica tando del Castelo de Sao Jorge como de las ruinas del monastario do Carmo.
12.00 h. Baixa-Chiado
Calles llenas de animación y con muchas tiendas y una visita para no perder, el elevador de Santa Justa, para poder ver desde lo alto una fantástica panorámica de la Lisboa pombalina. De nuevo en tierra hay mucho qu ever, entre otras cosas varias iglesias como la Basílica dos Mártires o los templos de San Nicolás y la Encarnación, así como el teatro San Carlos o el Museo do Chiado. El café la Brasileira (Rua Garret 120), con su estatua de Fernando Pessoa, forma parte de este escenario, uno de los más visitados por los turistas. Desde alli, subiendo por la Rua da Misericordia, llegamos hasta el mirador de San Pedro de Alcántara.
14.00 h. Elevador da Gloria
El momento perfecto para bajar a la Avenida Liberdade en el elevador da Gloria, uno de los más visitados. Es la hora de comer y hay muchas opciones para todos los presupuestos. Desde el famoso Gambrinus para quien no tenga que estar contando los euros hasta alguna de las tascas con buena comida tradicional, como Securas (Calçada do Duque 27).
17.00 h. Sé - Castelo de São Jorge
Cogidas fuerzas en la comida hay que diponerse a conocer otra de las partes históricas de la ciudad, su castillo y alrededores, como el barrio de Alfama. Pero antes podemos subirnos a uno de los emblemáticos tranvías, el número 28, y disfrutar de un paseo por las calles estrechas e inclinadas de Lisboa. Al regreso, paramos en el mirador de Santa Luzia y nos vamos al castillo. Allí nos perdemos por sus murallas, arriba y abajo retrocediendo varios siglos para sentirnos como auténticos caballeros mediavales. Las vistas sobre la ciudad merencen una buena fotografía. Tampoco hay que perderse el interior de la catedral, muy sencilla y sobria.
19.00 h. Alfama, el barrio de los pescadores
Es un barrio totalmente irregular, con muchos callejones y escalerías. Uno de los lugares más visitados por los turistas ya que fue el lugar donde se establecieron los árabes debido a sus cualidades defensivas. Además su base rocosa minimizó los daños del gran terremoto, y hoy conserva el viejo trazado urbanístico de kasbahs árabe. Allí son muchos los restaurantes, tanto tascas como otros lugares más refinados, para escuchar el fado.
22.00 h. De marcha por el Barrio Alto
Barrio antiguo y pintoresco de Lisboa, con una imagen muy diferente si pasamos por allí de día o de noche. Pero si tenemos que elegir, es mejor visitarlo a partir de las nueve o diez de la noche, un buen sitio para cenar y sobre todo para ir de copas. Además por la noche muchos tiendas están abiertas, por lo que se puede ir incluso de compras. Allí se encuentra una original tienda con artículos realizados en corcho Corck & Co. No faltan opciones para ir a cenar. Puede ser fino y elegante, y buena comida, como Lisboa à noite o en alguna de las muchas tascas de la zona como la Tasca do Manel. Y tras la cena, en puerta sí puerta no hay un bar para tomarse una cerveza, un vino o una copa. La noche es larga
2.00 h. Lux para acabar la fiesta
Es la discoteca que goza de mayor reputación nacional y en donde la fiesta está garantizada hasta bien entrada la mañana. Su localización es excepcional, frente al Tajo, y junto a uno de los embarques de cruceros. Varios pisos con música de diferentes estilos y una terraza para contemplar las vistas.
SEGUNDO DÍA
10.00 h. Belém: Pastéis de Belem y Monasterio de los Jerónimos
Imperdible la visita a «Os pasteis de Belem» donde se encuentran los mejores pasteles de nata de la ciudad. Se trata de una especialidad gastronómica portuguesa y en este café son simplemente deliciosos. Su receta con masa de hojaldre y relleno de crema ha dado la vuelta aal mundo pero comerlos in situ, calentitos, les da un sabor especial.
Atravesamos la calle y nos encontramos frente al imponente Monasterio dos Jerónimos, considerada para muchos la visita turística mas importante de la ciudad. Declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1983, este monasterio es del siglo XVI y de estilo predominantemente manuelino. Se construyó para celebrar el regreso de la india de Vasco de Gama. En la iglesia se encuentra su tumba, así como la de Luis de Camões. Su claustro es una maravilla por su dimensión y por su perfección y en la parte superior se encuentra la tumba del escritor Fernando Pessoa.
13.00 h. Torre de Belém
Aprovechando la visita a la zona de Belém merece la pena acercarse a la Torre de Belém, igualmente de estilo manuelino, construida entre 1515 y 1519, una obra de Francisco de Arruda. En 1983 fue declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO. Situada en la desembocadura del Tajo, inicialmente sirvió para la defensa de la ciudad y posteriormente se convirtió en centro aduanero y faro.
14.00 h. Museo de Arte Antigua
El Museo de Arte Antigua contiene la mayor colección de pinturas de Portugal con una amplia presencia del arte nacional así como ejemplos sobresalientes de grandes maestros europeos. Entre ellas, el tríptico de Las tentaciones de San Antonio de El Bosco, el San Jerónimo de Durero y una serie de lienzos de Zurbarán. Antes de apreciar sus maravillas, puedes disfrutar de una comida-bufet en los jardines del museo, con vistas sobre el Tajo.
17.00 h. Zona Expo
Antes de la Expo 98 esta zona hoy conociDa como el Parque de las Naciones era un terreno industrial bastante degradado. Hoy en día es una de las zonas más modernas de la ciudad, por sus construcciones, y con mucha vida. Para los que vayan con niños o les guste expecialmente los animales no hay que fallar la visita al Oceanario de Lisboa con incontables especies provenientes de todos los océanos.
De allí podemos pasear por los alrededores contemplando el puente Vasco de Gama, de 17 kms de longitud, construido por motivo de la exposición universal. En nuestro paseo encontraremos el Pabellón de Portugal, obra de Siza Vieira, y la estación internacional de Oriente, de Calatrava. Y hay atracciones para diferentes gustos, ya sea el Casino de Lisboa, tanto para jugar como para cenar, asistir a un espectáculo o beber una copa, como el centro comercial Vasco de Gama o muchos restaurantes y bares.
00.00 h. Los quioscos de Lisboa
Para despedirse de la ciudad una buena opción es ir a tomar una copa a uno de los seis quioscos de la Avenida Liberdade. Han conseguido dar vida a esta central arteria de la ciudad que hasta hace poco le faltaba animación. Ahora ya no es un problema y siempre encuentras compañía para beber una copa.
