Diez curiosidades de Bilbao que quizá desconocías
La capital de Vizcaya combina su estructura moderna con algunos vestigios de la etapa industrial
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Bilbao es sinónimo de transformación. Una ciudad referente en la industrialización española que ostenta uno de los mayores iconos a nivel mundial: el Museo Guggenheim .
Sin embargo, la capital de Vizcaya posee otros tantos elementos que la hacen única. Su cultura , su gastronomía y algunos detalles únicos de la ciudad la convierten en un claro reclamo para turistas.
El edificio diseñado por el arquitecto Frank Gehry es el símbolo por excelencia de Bilbao, aunque los motivos que la convierten en un lugar excepcional van más allá del museo contemporáneo.
El perrito Puppy, el guardián del Guggenheim
Desde hace ya dos décadas, un enorme perro de raza terrier custodia las puertas del emblemático museo. Su belleza es inigualable gracias a las 38.000 plantas que completan la silueta del animal.
El artista pop Jeff Koons, heredero de Andy Warhol, se encargó de instalar esta escultura de 12 metros de altura y 15 toneladas en 1997. Desde entonces, ya es un elemento de la ciudad muy querido por los bilbaínos.
Llama la atención que le cambian de 'atuendo' dos veces al año , coincidiendo con la llegada de la primavera y del otoño. En el primer caso, lo decoran con begonias, petunias, lobelias o claveles para darle una imagen más alegre. Con la llegada del frío, utilizan pensamientos, una flor más resistente a las bajas temperaturas.
80 años de historia de los 'pintxos'
Los 'pintxos' son otra seña de identidad de Bilbao y del País Vasco. Todos los turistas destinan un día a saborearlos, aunque son pocos los que reparan en su origen.
La leyenda más popularizada sitúa los comienzos de los 'pintxos' en los años treinta, una época en la que Donostia-San Sebastián se volvió un gran reclamo para la aristocracia internacional.
Para atraer a todos esos visitantes, el histórico bar 'La Espiga' probó con deliciosos aperitivos compuestos por una rebanada de pan y diferentes ingredientes. Todo ello rematado con un palo que lo mantenía unido, dando lugar al nombre de 'pintxo'.
El paso de los años ha traído consigo una ampliación de este producto por el País Vasco y a una sofisticación, hasta el punto de celebrarse anualmente concursos y certámenes.
El resurgir de los 'txikiteros' y su fin solidario
Hablar de los 'txikiteros' es hablar de historia viva de Bilbao. Para llegar a conocer su relevancia, basta con destacar que incluso tienen un día propio, el 11 de octubre.
Desde 1964, creció la tradición de ir de bar en bar después del trabajo. Lo hacían bebiendo en 'txikitos' , vasos muy representativos de la región. La leyenda explica que se fabricaban pesados pero con poca capacidad en su interior para que fuera fácil de portar, sobre todo si alguno se había sobrepasado con el vino.
Otra costumbre vinculada a este festejo consistía en la donación del dinero de las vueltas a la institución que mantenía a los huérfanos de la villa. Un solidario gesto que se respeta cada 11 de octubre, ahora con ayudas a diferentes ONGs.
El búnker secreto del Hotel Carlton
Si se está planteando descubrir la ciudad en profundidad, conviene visitar el Hotel Carlton y conocer toda la historia que le envuelve. El lujoso establecimiento pretendió dejar a Bilbao a la altura de otras grandes ciudades como Madrid o Barcelona en el turismo de lujo. Sin embargo, la llegada de la Guerra Civil cambió los planes.
El hotel se convirtió en la sede del Gobierno vasco durante el conflicto bélico. Así lo confirman los respiraderos del búnker en las escaleras de la entrada principal.
Este y el Salón Luis García Campos, donde se celebraban los plenos, se conservan en el hotel como recuerdos de aquel período. Curiosamente, el búnker se mantuvo oculto hasta 1985 , cuando se descubrió por casualidad tras unas reformas.
Un regalo de cumpleaños convertido en icono gastronómico
Si antes se mencionaba a los 'pintxos', en este repaso de curiosidades no debe olvidarse la 'Carolina' , el postre por excelencia de la capital vizcaína.
Este pastel se compone de hojaldre, crema pastelera y merengue y su aspecto es muy identificativo. Tiene un origen entrañable, cuando un pastelero bilbaíno pretendió sorprender a su hija, llamada Carolina, con un postre especial por su cumpleaños.
La Carolina es el postre emblemático de Bilbao. Cuenta la leyenda que el creador fue un pastelero de las 7 calles de principios del siglo XX, cuya hija adoraba el merengue, así que el hombre ideó el pastel y el día de su cumpleaños le sorprendió con su nueva y colorida creación. pic.twitter.com/T02ELvwfCK
— 𝙺𝚊𝚛𝚘𝚕𝚎𝚝𝚊 (@papelitobipolar) September 30, 2019
Este delicioso y sencillo pastel no tardó en ganarse una merecida fama y reputación, volviéndose un icono más de Bilbao.
43 columnas y ninguna similar a la otra
Otro de los puntos más atractivos para turistas se encuentra en la Alhóndiga . Este edificio tiene su singularidad en las columnas que lo sostienen. Un total de 43 soportes, todos ellos diferentes entre sí.
El italiano Lorenzo Baraldi es el responsable de este diseño único y lleno de color. Las diferencias entre columnas ya no solo se sitúan en las tonalidades, sino también en los materiales empleados. Se combina el mármol, la piedra, la cerámica o el ladrillo junto con diversos estilos como el neoclásico, el moderno o incluso el rupestre.
Inicialmente, se trataba de un almacén de vino, aunque las recientes reestructuraciones la han convertido en un centro de ocio y cultura que acoge numerosos turistas a diario.
La grúa Carola, uno de los últimos vestigios de la etapa industrial
Bilbao fue una ciudad marcada por la siderurgia y la construcción naval en pleno proceso de industrialización. Un aspecto que le ha caracterizado siempre hasta la reconversión urbanística, ya en el siglo XX.
Poco queda de aquel período industrial, aunque los recuerdos que se conservan generan un gran interés entre turistas y vecinos. Es el caso de la grúa Carola , la más potente de su época y la que impulsó a Bilbao hasta contar con uno de los mejores puertos del mundo.
Carlota Iglesias, apodada 'Carola', fue la mujer que dio origen a su nombre. Tal era su belleza que, según cuentan las leyendas, se paralizaba la producción en el puerto a su paso, generando todo tipo de demoras.
Actualmente, la grúa forma parte del Museo Marítimo de Bilbao y se conserva en perfecto estado.
Baldosas icónicas contra las rachas de lluvia
La Baldosa Roseta domina todo el suelo de Bilbao. Al margen de su diseño, su colocación resultaba crucial para un clima marcado por las constantes lluvias. Más de 66.000 baldosas protegen de los terrenos húmedos y resbaladizos, con un diseño inspirado en el 'panot de flor' del arquitecto modernista Josep Puig i Cadafalch.
Cuatro circulos rodean a uno de mayor tamaño para formar la roseta, que se ve acompañado de láminas que facilitan el desagüe. De ser un mero elemento funcional de las calles a convertirse en un icono de la ciudad. Su diseñoya no se aprecia en cada suelo de Bilbao, sino también en repostería o joyas.
San Mamés, una 'Catedral' del fútbol
El estadio del Athletic Club de Bilbao, San Mamés, guarda también un especial apodo ya generalizado en el fútbol: La Catedral .
La explicación más común lo atañen a una cuestión terminológica, ya que la segunda denominación servía para referirse al estadio y distinguirlo de un asilo de la ciudad con el mismo nombre. A los aficionados les pareció que encajaba ese concepto por el señorío siempre característico del club.
El nombre oficial respeta a la ermita del Santo Mamés sobre el que se construyó. De ahí viene también el origen de que a los seguidores del Athletic les llamen 'leones', animales a los que fue capaz de amansar el santo mártir según la leyenda.
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