Sí , continúan quedando tres etapas alpinas, con Alpe D´Huez, el Glandon o La Madeleine. Eso es cierto, como también lo es que las diferencias que está sacando a sus rivales cada vez son más amplias. De momento, son mayores que las que Bradley Wiggins consiguió el año pasado sobre el propio Froome, 3:21, o Nibali, 6:12.
En 2011, Cadel Evans le sacaba 1:34 a Andy Schleck y 2:30 a Frank Schleck. Si miramos en 2007, vemos que Contador aventajó en 25 segundos a Cadel Evans y en 31 segundos a Leipheimer, que sería descalificado al confesar el año pasado que se había dopado. Carlos Sastre finalizó a 7:08.
Tenemos que volver a las siete victorias de Lance Armstrong para encontrar unos guarismos como los que está consiguiendo Chris Froome y eso contando con que ayer estuvo bastante moderado. Los números no mienten, sin olvidarnos de las circunstancias de carrera, que son siempre distintas.
También cuentan los rivales. En este Tour, por desgracia, con un Contador alejado del de hace unos años, está corriendo solo. ¡Y menos mal que el equipo ha fallado! porque de lo contrario hubiera dejado la carrera finiquitada en el Mont-Saint-Michel.
Volver a decir que su dominio es abrumador en montaña y en contrarreloj es ser reiterativos en lo que ya se sabe, en lo que se ve día a día. A Froome no le gustan las comparaciones, al Sky, tampoco, pero lo que estamos viendo y sus resultados nos hacen mirar hacia atrás, al periodo más negro del Tour, entre 1999 y 2005, cuando Armstrong imponía su ley con la apisonadora de sus resultados.
En 32 kilómetros muy distintos a los de la primera contrarreloj, se pudo observar que en su equipo le llevaron tranquilo, sin riesgos.
Es un líder que tiene sus puntos débiles: las bajadas, la colocación en el pelotón en etapas con abanicos. Lo supera todo con el dominio que ejerce en la montaña y en la contrarreloj, algo que no es nuevo. Lleva desde 2011 mostrando un dominio importante en lugares en los que se gana un Tour. Perderlo es más fácil, una caída por ejemplo. La renta que tiene le permite administrar su forma de correr.