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Las caras de los corredores del Omega se convirtieron en rostros de piedra cuando les dijeron que tenían que abandonar el lugar que ocupaban, detrás del podio, como posibles ganadores de la etapa para dejar su sitio al Orica. Estaban siguiendo la llegada de los equipos que faltaban por finalizar la etapa y no se esperaban que les pudiese superar nadie, y menos por ese crono, un segundo, que casi no da tiempo ni a pronunciarlo.
El equipo australiano, con seis corredores de esas nacionalidad en la formación, voló en un recorrido totalmente llano, que discurría, en su parte final, por el paseo de los Ingleses, donde normalmente finaliza la París-Niza. Realizaron un recorrido perfecto, con un grupo de rodadores que proceden del mundo de la pista en muchos casos, lo que les permitió acoplarse perfectamente y dar unos relevos muy medidos, muy ordenados. La pista en la que compitieron era de cemento en vez de madera y no tenían piñón fijo, lo que no les impidió realizar una exhibición.
Hay en ese grupo de vencedores excampeones del mundo de persecución como Stuart O' Grady y Cameron Meyer, o un excampeón olímpico como como Brett Lancaster, por no hablar de hombres rápidos como Gerrans, Goss e Impey, que dominan los relevos que se suelen hacer en una etapa de este tipo, en torno a los 500 o 600 metros, dependiendo del momento físico que atraviese cada corredor. El canadiense Tuft ha sido medalla en los Campeonatos del Mundo contrarreloj.
Batieron el récord de velocidad en una contrarreloj por equipos del Tour. Por décimas de segundo pudieron con el Omega. En esos casos se pone siempre una diferencia de un segundo.
Un triunfo que colocó a Simon Gerrans, el ganador de la última etapa en Córcega, como maillot amarillo, lo que les sitúa con dos triunfos de etapa, el liderato y encima, el asunto del autobús, que a nivel publicitario ha dado la vuelta al mundo. Es una de esas publicidades positivas que han convertido a Orica, una empresa minera que tiene muchas explotaciones en Australia, en todo un reclamo a nivel mundial.
En cuanto a Alberto Contador, no le salieron mal las cosas. Sky solo le pudo sacar a Saxo-Tinkoff seis segundos, una buena operación. Es cierto que no tenían en buenas condiciones a Gerait Thomas, otro campeón olímpico de pista. En Sky, según su director, Nicolás Portal, Chris Froome realizó buenos relevos y siguió mostrando un buen estado de forma.
Noval, accidentado
Solo entraron en la meta cinco corredores, Impey, Goss, Gerrans, el canadiense Tuft y Albasini Lo mismo podría decir Contador, que vio cómo Benjamín Noval se pegaba contra una cámara fotográfica que salió de una valla y le dejó dañado un dedo que le creaba problemas al agarrarse al manillar. El equipo que tiene a su alrededor es de los mejores que ha tenido nunca en el Tour, con corredores para todos los terrenos. Solo Tosatto, Paulinho y Noval se descolgaron después de hacer su trabajo.
De la igualdad que hubo en esa contrarreloj por grupos puede dar una idea que once equipos estuvieron en menos de treinta segundos, es decir, la mitad de la formaciones que corren el Tour. Movistar, que acabó séptimo, a veinte segundos del Orica, entró con todos sus corredores en la meta. El recorrido, a diferencia del que se encontraron en el Giro de Italia, era demasiado plano. Tienen buenos rodadores, pero le van mejores los trazados más rompepiernas, con una cierta dureza.
Valverde se dejó 17 segundos con Froome. El que peor parado salió fue 'Purito' Rodríguez, que cedió 25 segundos con Froome y 19 segundos con respecto a Contador.
Cadel Evans se ha quedado a 23 segundos de Contador. La otra lectura que puede hacerse de estas diferencias es que en los Pirineos, entre los aspirantes a ganar el Tour, habrás más pérdidas de tiempo, por lo que después de la primera contrarreloj larga, en el Mont-Sant-Michel, la general del Tour ya estará dibujada, esculpida. ¿Que podemos ver hasta entonces?
Lo normal es que hasta el fin de semana no se mueva la carrera, que se produzcan llegadas en grupo o escapadas. Eso sería lo normal, pero el Tour no es una carrera normal. Que Orica haya cogido el liderato les viene muy bien a otros equipos, que irán más descargados de trabajo. Lo que más cerca tiene para poder alcanzar el maillot amarillo es el Omega. El momento de Froome, a tres segundos, puede que llegue antes de lo previsto, en los Pirineos, donde acabará de amarillo sin querer, salvo que Contador decida atacar, algo improbable..
Euskaltel-Euskadi no fue último en una disciplina que nunca han preparado a conciencia. Ese puesto le correspondió al Argos. Terminaron a 1:24 del Orica. Si tuviesen un líder para la general, el lastre que llevaría acumulado desde la primera etapa resultaría definitivo.
