Alberto Contador nunca se ha quejado de sus equipos. Es difícil decir si el de este año es el mejor del que ha dispuesto a lo largo de su carrera puesto que eso sería menospreciar a muy buenos ciclistas. Lo cierto es que tiene un verdadero equipazo con corredores para todos los terrenos.
La maniobra que realizaron ayer a 31 kilómetros de la meta resultó estratégicamente perfecta. Dejaron que todo el trabajo sucio para eliminar a Valverde lo hicieran Belkin y Omega, además del Europcar, que se metió en una guerra que no era la suya. Mientras, los compañeros de Contador permanecían agazapados, a la espera de uno de esos momentos que pueden o no llegar. Era cuestión de paciencia, de ver cómo iba el líder, Froome, quien viajaba en el grupo un poco desasistido.
Ya no es cuestión de que tenga más o menos compañeros a su lado, sino de la colocación que lleva. Matteo Tosatto, uno de esos ciclistas impagables, experimentado a sus 37 años, vio el momento y a Froome le sacaron los colores. Se fueron seis corredores del Saxo Bank, entre ellos Contador.
En una situación como la de ayer sólo se puede hacer una cosa: tirar hasta reventar, hasta llegar a la meta. Contador redujo la diferencia con respecto a Froome, que se dejó 1:09. Peor le fueron las cosas a Valverde, que perdió 9:54. Le golpearon por detrás en el kilómetro 85 y le desequilibraron la rueda. Ese detalle le hizo perder todas sus aspiraciones de subir al podio del Tour. En cuestión de horas, Movistar ha pasado de tenerlo todo en este Tour a quedarse desnudo, sin nada salvo Nairo Quintana.
Es como si tuviesen que empezar de nuevo la carrera. Lo de Froome comienza a ser grave. Ha demostrado, ahí están los datos, que es el más fuerte de la carrera a nivel físico. Eso no se lo discute nadie. Fuera del mano a mano personal, Sky y él mismo comienzan a resultar un desastre. Llevan dos errores que no le han descartado por muy poco. O bien él, o bien quien dirige el equipo, se están equivocado. Froome tuvo que refugiarse en el pelotón para poder llegar a la meta. Sky tardó muchísimo en reaccionar y lo hizo mal.