Han pasado seis años desde que ganó su primer Tour de Francia, de los tres que ha logrado. Aunque el de 2010 se lo quitaron, él lo sigue contando como una victoria. El acercamiento que ha realizado a la prueba francesa ha sido muy distinto al de ediciones anteriores, lo que no parece preocuparle mucho: «Para mí no cambia nada que la referencia sea otro corredor. Mejor que sea así todos los años. La presión me la pongo yo. Llego a un 90% de forma y espero ir mejorando a medida que va transcurriendo la carrera».
En 2007 se presentó con once victorias, las mismas que en 2009, mientras que en 2010 llegaría con nueve triunfos. Reconoció que Chris Froome se ha mostrado con mucha fortaleza durante toda la temporada: « Ha estado fuerte desde principios de temporada. Si yo viera que no se le puede ganar no tendría motivación para estar aquí».
Sobre su estado de forma comentó que es como quiere estar viendo el recorrido del Tour. ¿La táctica a emplear? «Todo dependerá de como finalice la segunda contrarreloj. Será una carrera más movida que la del año pasado. Habrá más actores que Froome y yo en esta película y el Tour será más movido que el del año pasado».
Le preguntaron sobre Armstrong y comentó: «No creo que el público pierda el interés y la magia por esta carrera, que representa un evento a nivel mundial que mueve a mucha gente».