Coronavirus
Un«borrador filtrado sobre los muertos en residencias no es válido», dice ahora la portavoz Montero
El Gobierno justifica la no publicación del informe de Sanidad sobre residencias por ser un documento que aún no estaba consolidado
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El Gobierno de Pedro Sánchez se comprometió hace semanas a publicar el número oficial de personas fallecidas en las residencias durante la pandemia del coronavirus . No lo tiene todavía, esgrime, aunque en un encuentro por videoconferencia que mantuvo esta misma semana con responsables de Salud Pública de varias autonomías dio a conocer un documento interno que manejaba el Ministerio de Sanidad y en el que elevaba la cifra a 18.833 ancianos fallecidos por la enfermedad que provoca el patógeno o sintomatología compatible con ella, dos tercios de los 27.359 muertos en residencias comunicados desde el 6 de abril al 20 de junio. Según las fuentes consultadas, se produce un «decalaje intolerable», porque hay informes que elevan el dato hasta los 32.843. Seguirían faltando casi 5.500 personas en las listas menos halagüeñas.
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Sanidad , además, reconoce en esa reunión telemática que le «faltan datos»y que en los informes de las autonomías hay muchos errores, entre otros, de recuento. Les da un tirón de orejas por «equivocaciones» tan reseñables como ésta, que pone por escrito en este documento, al que ha tenido acceso este periódico: hay «errores en la suma de residentes en los centros intervenidos», se advierte. Según las cifras de Sanidad, las regiones tuvieron que intervenir en 391 geriátricos azotados por el coronavirus y en los que vivían más de 31.000 residentes.
Reproches a las autonomías
En esta circular interna, salida de las fauces del departamento que dirige Salvador Illa , se reprocha a las autonomías que, a pesar de que por orden ministerial 275 del 23 de marzo de 2020, todas las regiones estaban obligadas a notificar cuántos residentes habían muerto por Covid-19 y sintomatología compatible con esta enfermedad, «una región no lo había comunicado, otras dos solo lo habían hecho en una ocasión, otras lo hicieron hasta en 22-23 ocasiones y algunas o lo habían hecho mal o tarde».
El resultado es, en palabras del presidente del Observatorio Estatal de la Dependencia, José Manuel Ramírez , que denunció ayer el contenido de esta circular interna, una falta de respeto a la ciudadanía. «Necesitamos saber los datos para poder emprender actuaciones y monitorizar los casos», dijo. Si no se tiene el punto de partida, decía a este diario, difícilmente se podrá mejorar en el futuro y saber dónde se han hecho las cosas con eficacia y dónde no.
Lejos de esta interpretación, la portavoz del Gobierno, la ministra de Hacienda María Jesús Montero, justificó ayer al ser preguntada en Moncloa tras el Consejo de Ministros, que ese documento hecho público aún era un «borrador» en curso y que «no estaba terminado», aunque fue el Gobierno, por boca de su vicepresidente segundo Pablo Iglesias, el que no dudó en dar por bueno «otro borrador» filtrado, el protocolo de la Comunidad de Madrid sobre la no derivación de ancianos enfermos de las residencias a hospitales.
Sin contar a las personas que fallecieron en hospitales y en sus casas, solo el dato en residencias supondría el 66,4% del cómputo global en España
En este documento, que Sanidad exhibió a los responsables del ramo autonómicos, el departamento de Illa deja constancia de que entre el 6 de abril y el 20 de junio, según la información recabada por la mayoría de las consejerías regionales, habían fallecido 27.350 personas en las residencias. De ellos, 9.003 (el tercio de los fallecidos, un 3,9%) lo hicieron sin ninguna duda por la enfermedad que provoca el coronavirus, Covid-19 . Otros 9.830 residentes (un 35,9%) murieron con sintomatología compatible con Covid-19; sin demostración empírica «porque no se les hacía test», alega Ignacio Fernández-Cid, presidente de la Federación Empresarial de la Dependencia (FED), una de las patronales del sector. «El documento es demencial. Como si las familias no tuvieran derecho a saber la verdad. Es un disparate propio de un país que se ha convertido en una república bananera y en el que se falta al respeto a los funcionarios, empresarios, personal de las residencias y organismos públicos que trabajaron a destajo y notificaban las defunciones en cada jornada de la pandemia», protesta enérgico, una tras otra, porque todas importan, suscriben él y Ramírez.
Además, refresca Fernández-Cid, no hay que olvidar que «a estos datos les faltarían muchos muertos», sobre todo porque hubo un «cambio de criterio notable» por parte del Ministerio de Illa y es que hasta abril se computaban todos los fallecimientos de residentes tanto en los centros como en los hospitales. Pero Sanidad ordenó cambiar el paso y desde los primeros días de abril solo se computaron como residentes fallecidos los muertos en los geriátricos. Los ancianos que sí fueron derivados a hospitales y no fallecieron no pasaron a engrosar estas estadísticas en algunas regiones, colige también José Manuel Ramírez.
Los gestores de las residencias dicen que la circular de Sanidad es «demencial» y un «disparate propio de una república bananera»
«El dato no es fiable»
El propio Ministerio reconoce que no difunde el dato de 18.833 ancianos muertos en residencias por «la falta de calidad para su difusión». No es fiable.
Afecha 20 de junio, Fernando Simón , director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias , comunicaba que había 28.322 personas muertas en toda España, de todas las edades, por coronavirus . Sin contar muertos en hospitales ni domicilios, el dato de la circular de Sanidad ya supondría el 66,4% de los fallecimientos en el conjunto del país.
Otro tercio de los ancianos muertos estos meses atrás en residencias, 8.517 personas, lo habrían hecho por «otras causas», otras patologías, recoge también esta circular. Para Fernández-Cid, este dato no le descuadra y se corresponde con la cantidad de «mayores y dependientes» que hay en algunas de las más de 350.000 plazas de residencia de España. «Desgraciadamente, convivimos con la muerte», termina.