La semana festiva de Putin vacía Moscú pero las muertes por Covid siguen en aumento
La sensación fantasmagórica se ha visto agravada por la presencia de una densa niebla que está dificultando la huida a quienes quieren escapar otras latitudes para eludir las restricciones
Moscú parece una ciudad fantasma. En el ecuador de la «semana festiva» decretada por el presidente Vladímir Putin para detener el galopante avance de la pandemia (entre el 30 de octubre y 7 de noviembre), la capital rusa aparece casi vacía de gente en sus calles y con un tráfico mucho menor de lo habitual. La sensación fantasmagórica se ha visto agravada por la presencia de una densa niebla que está dificultando la huida a quienes quieren escapar otras latitudes para eludir las restricciones.
Svetlana, una mujer de unos 40 años, sale de hacer su compra en un supermercado de la avenida Kutúzovski y se queja de que «no hay a dónde ir. Está todo cerrado» . Medio kilómetro más hacia el río, en el malecón, decenas de jóvenes escuchan música en sus vehículos, en un aparente botellón encubierto , mientras fuman en pipas de agua. Nadie lleva mascarilla , pero, al estar al aire libre, no se exponen a ser sancionados.
Las farmacias y las tiendas de alimentación están abiertas. No así los restaurantes, cafés y bares. Se les permite solamente servir comidas a domicilio. También se puede ir al teatro o visitar un museo, pero el aforo está limitado al 50% y hace falta exhibir un código QR que certifique haber sido vacunado o haber pasado la enfermedad en los últimos seis meses. «Es que ni esto de los QR funciona», denuncia Alexánder, que ha aprovechado estas vacaciones forzadas para viajar desde Riazán a Moscú de visita. Pese a tener certificado de vacunación , no ha recibido su código QR por un aparente fallo del sistema.
Los extranjeros tampoco hemos podido recibir tal salvoconducto, ni siquiera el personal de las legaciones diplomáticas extranjeras. El Ministerio de Exteriores ruso ya ha anunciado que está trabajando para subsanar el problema . Al menos se ha conseguido que los que no reciban a tiempo el código QR se les devuelva el dinero de las entradas al teatro que no van a poder utilizar.
Muchos moscovitas han salido de la ciudad en estampida hacia los destinos de costa más solicitados, sobre todo Turquía, Egipto y Emiratos. En Dubái, según la radio Kommersant FM, los hoteles están ya repletos de rusos. Los vuelos van llenos también a los balnearios habituales de vacaciones en Rusia, Crimea y Sochi. Pero hasta bien entrada la tarde, la niebla impidió el funcionamiento normal de los aeropuertos en la capital.
El transporte, a pleno rendimiento
Lo que en Moscú funciona a pleno rendimiento es el transporte público, los autobuses, taxis, tranvías y el metro. No hace falta código QR, solamente llevar puesta la mascarilla . También es obvio que el transporte de mercancías no se ha visto afectado por las limitaciones . Las principales vías de circunvalación de la ciudad aparecen llenas de camiones de todos los tamaños y tonelajes.
La orden de Putin de decretar nueve días festivos o «no laborables» remunerados se hace a cargo del erario público. Contempla también subsidios, créditos baratos y rebajas de impuestos . Sin embargo, Konstantín, dueño de un restaurante georgiano en el centro de la capital rusa, cree que «a nosotros nadie nos va a compensar de tener que cerrar el negocio durante nueve días».
El Defensor del Empresario, Borís Titov, ha pedido a las autoridades que incluyan a todas los establecimientos de hostelería sin excepción en las medidas «anticrisis». Según sus palabras, «no todos los restaurantes y cafés figuran en la listas de pequeñas y medianas empresas, con lo que muchas quedan fuera de las ayudas». El ciudadano de a pie, los trabajadores, salvo que las restricciones amenacen la subsistencia de su empleos , son los que están realmente satisfechos con tantos días festivos. Los funcionarios también, ya que están cerrados todos los organismos públicos, oficinas, talleres de reparación de automóviles, gimnasios, centros comerciales y hasta las estafetas de correos.
Ya hubo antes días no laborables en marzo-abril de 2020, un mes en total, en mayo del año pasado y en mayo de 2021. El alcalde de Moscú, Serguéi Sobianin, dijo la semana pasada que «la eficacia de esta medida ha quedado probada , desciende notablemente la incidencia de los contagios». La misma opinión defiende la directora del órgano de control Rospotrebnadzor, Anna Popova. A su juicio, «en los días festivos se reducen los contactos entre personas y se facilita que se vacunen lo que no lo han hecho todavía». Por su parte, el virólogo ruso, Nikolái Málishev, en declaraciones a la radio Eco de Moscú, estima que «los periodos de días no laborables deberían ser más largos para que tengan más efecto». El regidor moscovita no descarta prolongar los días remunerados después del 7 de noviembre . La región de Nóvgorod ya ha anunciado que lo hará hasta el 14 de noviembre.
Rusia lleva ya casi una semana con cifras por encima de los 40.000 contagios diarios . Hoy descendió hasta los 39.008. Sin embargo, ha vuelto a batir el récord de muertes diarias con 1.178 desde el lunes. Moscú también alcanzó hoy el máximo de fallecimientos en un día con 98. Pese a los esfuerzos de las autoridades, hasta ahora se ha vacunado poco más de un tercio de la población. Según datos de la página web del Rospotrebnadzor, la inmunidad colectiva está en el 46,8%. El número de decesos desde el comienzo de la pandemia asciende a 240.871, aunque el comité de estadística ruso, Rosstat, lo cifra en casi 300.000.
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